"La secularización profunda tiene raíces cristianas": Rafael Domingo analiza su origen en países cristianos frente a otras culturas

El jurista y catedrático presenta su libro 'El sentido del cristianismo' y reflexiona sobre la secularización desde una perspectiva cristiana abordando la pérdida de confianza religiosa, la tolerancia y la necesidad de Dios

rafael domingo


Sofia Gómez Pérez

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El catedrático de Derechos romano, jurista y referente en ética, teología y filosofía, Rafael Domingo, visitó 'Ecclesia Es Domingo' de TRECE para presentar su libro 'El sentido del cristianismo' y abordó temas como la secularización y el papel actual del cristianismo. 

El Origen Cristiano de la Secularización  

Uno de los puntos más llamativos de la conversación fue la afirmación de Domingo sobre el origen cristiano de la secularización. "Ha nacido en países cristianos. Uno se va al Islam y no existe la secularización. La secularización en Israel es mucho más débil que la nuestra. La idea más importante de la secularización de diferenciar la institución religiosa de la institución política, es profundísimamente cristiana. Es una idea dada por el mismo Jesucristo" respondió Rodrigo. 

Domingo distinguió entre una "secularización abierta a la trascendencia" y una "secularización laicista", siendo esta última, que busca excluir la religión de la esfera pública, la que genera tensión con el cristianismo.

Su tiempo trabajando en un ambiente secular en Estados Unidos marcó profundamente su perspectiva. "En Estados Unidos he aprendido mucho y a mí lo que me ha aportado es un diálogo muy abierto, muy fresco con personas que pensaban de una manera muy distinta como yo pienso". Un diálogo constante con diferentes creencias que enriqueció su visión.

Pérdida de Confianza y Espiritualidad Individual  

Domingo reconoció la creciente tendencia de las personas a declararse "espiritual pero no religioso", comparándolo con decir "Yo soy católico, pero no creo en la Iglesia". Si bien advierte sobre los riesgos de una "falsa espiritualidad", subraya que en el cristianismo, "la religión y la espiritualidad se funden. La figura de Cristo, espiritualidad y religión son inseparables".

Un aspecto revelador de su análisis es cómo términos originados en el cristianismo se utilizan hoy en su contra. "Tantas veces en la historia palabras inventadas por el cristianismo se utilizan como armas arrojadizas contra el cristianismo". Ejemplos de esto son la secularización, la universidad y la espiritualidad.

La Tolerancia Cristiana: Respeto y Límite  

Sobre la tolerancia, Domingo ofreció un punto de vista muy concreto: "se respetan las personas, se toleran las acciones. Entonces la tolerancia es siempre relativa sobre algo". Diferencia la tolerancia cristiana, basada en el respeto y el amor al prójimo, del permisivismo moral. "Dios no es tolerante, Dios es misericordioso", afirmó.

Domingo lamentó la "ruptura, la verdad" que dificulta el diálogo y genera una crisis de valores. En este contexto, el cristianismo aporta al respeto el "mínimo amor que uno tiene que tener a otra persona para poder convivir con ella".

La "Pobreza Buena": Pedir y Compartir  

Explorando el concepto de la "pobreza buena", Domingo explicó: "Pobre es quien pide y rico es quien comparte". Aunque defiende erradicar la pobreza extrema material, señala que la condición humana implica una constante necesidad de pedir y una capacidad de compartir.

La motivación principal de su libro surge de la pregunta sobre la importancia del cristianismo en la actualidad secularizada, buscando responder a esta cuestión. Para concluir, ante la pregunta de por qué el hombre necesita a Dios, Rafael Domingo respondió de manera concisa: "Porque sin Dios el hombre no es hombre".