La situación de los migrantes en situación de calle en Melilla: "No tienen donde ir, hay dos mujeres que requieren de atención médica"

Fernando Moreno, diácono de la diócesis de Málaga, se encuentra en el campamento improvisado que un grupo de catorce migrantes han instalado en el entorno del Centro de Estancia Temporal (CETI) de Melilla, al encontrarse burocráticamente atrapados y en situación de calle después de que haya cambiado el sistema de citas de asilo, que ahora también se puede realizar vía online. 

Un coche de la Guardia Civil les informó a primera hora de la mañana que tenían que desalojar la zona, aunque a esta hora no se ha producido, tal y como ha informado en 'Ecclesia al día' Fernando Moreno.

“De momento no los han desalojado, hemos estado pendientes porque no tienen donde ir”, ha recalcado.

Anoche, debido a las fuertes lluvias que han caído en la Ciudad Autónoma, las autoridades trasladaron a este grupo de personas migrantes a un hotel, pero su situación sigue siendo precaria, y sin visos de solución hasta mediados de abril, cuando tienen la cita para solicitar asilo y acceder al CETI.

El diácono de la diócesis de Málaga ha asegurado que numerosas entidades sociales de Melilla han estado “cubriendo las carencias que no hace la administración” como es la alimentación o el agua, o incluso asistencia médica: “Hay dos mujeres con situaciones que requieren de atención. Esperamos que permanezcan porque no tienen donde ir, pero la lluvia ha sido tan fuerte que están todas las tiendas mojadas y embarradas”, ha relatado Fernando Moreno en TRECE.

La diócesis de Málaga exige a las administraciones actuar para dar una solución a los migrantes

El cambio en el sistema de citas de asilo, que anteriormente era presencial y ahora telemática, hace que las personas solicitantes obtengan un resguardo de cita que el CETI no está admitiendo como manifestación de voluntad.

Una falta de coordinación entre administraciones, precisa el comunicado de la diócesis malagueña, que “está provocando la vulneración del derecho al asilo y una deshumanización de nuestras instituciones”.

De esta manera, la Delegación de Migraciones de la diócesis andaluza muestra su solidaridad y apoyo con estas personas “que merecen ser atendidas en condiciones dignas mientras formalizan su solicitud de asilo”.

Lamenta además “la falta de respuesta por parte de la administración, que tiene el deber de coordinarse con todas las autoridades competentes e incluso permitir y fomentar la cooperación ciudadana, para evitar que se den estas situaciones injustas y contrarias al bien común”.

En este sentido, recuerda que “es deber del Estado garantizar el ejercicio de los derechos humanos, armonizando con justicia los diferentes intereses sectoriales, no impedir su ejercicio con ocasión de mayores trabas burocráticas”.

Al final de la nota de prensa, recalca que la Iglesia no puede descuidar el servicio de la caridad, lo que implica “la cercanía y apoyo fraterno para el ejercicio de los derechos”, y anima a que se practique “una política de migración y asilo coordinada y eficaz, que ponga en el centro a las personas, que no renuncie a la tutela de sus derechos y que se guíe por la razón, teniendo presente los verbos que el Papa Francisco nos ha repetido hasta la saciedad: acoger, proteger, promover e integrar”.