Vicente Rebollo ya es obispo de Tarazona: “Un momento histórico lleno de gratitud”

“Es mucha la responsabilidad que en este día se pone en tus manos”. Así ha pedido el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, al nuevo obispo de Tarazona, que confíe en la ayuda de Dios para su nuevo servicio como nuevo pastor de la Iglesia.

“El Buen Pastor es el que da la vida por sus ovejas, y amar incondicionalmente hasta el extremo es la invitación que Jesús te hace en un día como este”, le ha dicho el arzobispo en una emotiva celebración que ha congregado a multitud de fieles en la catedral de Tarazona en el nombramiento de Vicente Rebollo como nuevo obispo de Tarazona este 17 de septiembre.

Un templo, que como ha recordado Escribano, ha recibido la primera ordenación episcopal desde su reapertura en 2011, ya que el último obispo ordenado en la seo turiasonense fue Francisco Álvarez Martínez, el 3 de junio de 1973, “algo que se convierte en un hecho histórico que nos llena de gratitud”.

Actitud de entrega

“La vida pastoral de una diócesis encaja con el mandato recibido por los Apóstoles, dado por el mismo Jesús, de ir al mundo entero y anunciar el Evangelio. Se trata de vivir en una actitud constante de entrega y de amor por todos, aprendiendo cada día a dar la vida por nuestra gente, caminando a su lado, valorando lo mucho que nos pueden enseñar en el seguimiento de Cristo”, le ha dicho el arzobispo de Zaragoza.

Además, le ha recordado su servicio, “llamado a anunciar el Evangelio, a conservar el depósito de la fe, a edificar la Iglesia con el Papa y los demás obispos. A colaborar con tus sacerdotes y religiosos en el cuidado del pueblo de Dios; a trabajar con los laicos y colaborar constructivamente con las autoridades; a cuidar los pobres, los inmigrantes —en esta diócesis que acoge a ucranianos y damnificados por los incendios—; a buscar a los que han abandonado la Iglesia o todavía no conocen al Señor. Y de un modo singular a rezar por tu pueblo”.

Por último, le ha pedido que “con la Palabra, la misma vida de Cristo debe impregnarte, para que llegues a ser enteramente una sola cosa con Él: que Cristo viva en ti y dé forma y contenido a tu vida. De esta manera debe realizarse en ti lo que constituye la esencia del ministerio sacerdotal de Cristo: el consagrado debe ser colmado del Espíritu de Dios y vivir a partir de Él. Debe llevar a los pobres el alegre anuncio, la libertad verdadera y la esperanza que hace vivir al hombre y le cura”.

"Somos custodios de la fe"

Acompañado de una veintena de hermanos en el episcopado entre los que se encuentra el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella. o los arzobispos de Valladolid y Pamplona-Tudela, Luis Argüello Francisco Pérez, respectivamente, más de doscientos presbíteros —entre canónigos, vicarios y sacerdotes— de la diócesis de Tarazona, de la archidiócesis de Burgos o de las diócesis aragonesas, han formado parte de la ceremonia.

Previamente, el nuncio del Samto padre en España, Bernardito Auza, ha expresado la importancia de la misión y servicio del obispo, “los sucesores de los apóstoles somos custodios de la fe, del servicio y la caridad de la Iglesia para lo que se necesitan las cuatro cercanías de las que nos ha hablado el Papa Francisco: Con Dios, con nuestros hermanos obispos, con los sacerdotes y con el Pueblo de Dios”. “Somos un instrumento del amor de Dios y estamos llamados a continuar la obra de Jesucristo anunciando la esperanza”, ha concluido.

Por su parte, el ya obispo emértito de la diócesis de Tarazona, Eugenio Hernández Sola, “ha agradecido “ tantas gracias que el Señor ha ido derramando en el transcurso de estos años. Sí, he sentido fuertemente su presencia en mi vida. Sin Él no hubiese sido posible afrontar y realizar tantas tareas que el trabajo pastoral requiere. Agradezco también a mis queridos hermanos sacerdotes su generoso servicio.

Además, ha agradecido a la diócesis su colaboración “por el esfuerzo compartido gracias al que hemos conseguido objetivos y pasos muy importantes para la vida de la diócesis. Gracias a ellas hemos conseguido redescubrir el patrimonio cultural y artístico de la diócesis. Han sido relaciones muy cordiales y provechosas.

Además, ha recordado la gran acogida de Tarazona a los refigiados ucranianos, con la la apetura de su seminario “con la que he podido confirmar, queridos feligreses, la generosidad y bondad de vuestros enormes corazones”, ha concluido el pastor.