Cáritas diocesana de Tenerife coordina los más de 350.000 euros de ayuda a La Palma
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Más de 350.000 euros recibidos. La campaña de Cáritas diocesana de Tenerife continúa coordinando las ayudas que recibe la isla de La Palma desde el pasado domingo 18 de septiembre, cuando entró en erupción el volcán Cumbre Vieja.
Desde entonces,los servicios generales de Cáritas Diocesana de Tenerife se pusieron a disposición del arciprestazgo de Los Llanos de Aridane, con el objeto de valorar el estado de la situación y para poder dar continuidad a los proyectos que Cáritas desarrolla en el arciprestazgo.
Entre esos proyectos de Cáritas en el municipio de Los Llanos se encuentra el servicio de día para personas que carecen de hogar, que pudo continuar con su labor a pesar de que varios voluntarios del centro fueron evacuados ese día y no pudieron continuar con su voluntariado, por lo que hubo que realizar un esfuerzo desde otras zonas para reforzarlo.
No corrió la misma suerte las formaciones del proyecto de empleo en la zona, que tuvieron que ser suspendidas, ya que muchos de los que reciben esta formación no tenían la posibilidad de poder desplazarse.
Visita del presidente de Cáritas
El presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, visitó este pasado lunes 27 de septiembre, la isla de La Palma y pudo compartir un tiempo con los agentes de la zona, muchos de los cuales se han visto afectados directamente por la erupción del volcán.
En el encuentro también estuvieron presentes el director de Cáritas Diocesana, Juan Rognoni, el secretario general, Ricardo Iglesias, y varios responsables de distintos departamentos de la institución.
Bretón pudo conocer de primera mano y de boca de los técnicos, los sacerdotes y el voluntariado, las graves consecuencias de la erupción volcánica, así como las principales necesidades de las familias damnificadas.
El presidente de Cáritas Española valoró la oportunidad de estar cerca de la gente que lo está pasando mal en estos momentos y de tantas personas comprometidas con la labor solidaria de la Iglesia. "Los sacerdotes de la zona están llevando a cabo un acompañamiento muy necesario. Alberto Hernández y Domingo Guerra están pasando unos momentos durísimos, pero siguen ahí, arrimando el hombro. Entre todos, vamos a hacer lo posible para que La Palma sea lo que ha sido siempre, la Isla Bonita llena de felicidad, y que los palmeros estén satisfechos por su trabajo"