Así es la diócesis de Tortosa, cuyo nuevo obispo es Enrique Benavent, hasta ahora auxiliar de Valencia

Así es la diócesis de Tortosa, cuyo nuevo obispo es Enrique Benavent, hasta ahora auxiliar de Valencia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

La población de la diócesis, con territorio en las provincias de Tarragona y de Castellón, asciende a 294.079 habitantes en una superficie de 6.450 kilómetros cuadrados. Hay 141 parroquias y 133 sacerdotes incardinados en la diócesis, de ellos 113 residentes en la diócesis más cuatro sacerdotes religiosos. Dos sacerdotes diocesanos de Tortosa son misioneros. El número de religiosos no sacerdotes es de seis y el de religiosas profesas, 246. Hay diez monasterios de vida contemplativa femenina. Hay dos diáconos permanentes.

En los dos últimos cursos académicos, hay dos seminaristas en cada uno de ellos. No ha habido ordenaciones sacerdotales ni en 2010, 2011 y 2012.

En el último año del que se disponen datos oficiales, hubo 1.699 bautizos, 1.214 primeras comuniones, 902 confirmaciones y 344 matrimonios canónicos.

Obras Misionales Pontificias recaudaron 105.719,26 euros y Manos Unidas, 300.169,29 euros. Por su parte, Cáritas invirtió en actividades sociocaritativas 634.425,42 euros.

La diócesis sirve seis centros sociales y de caridad, donde fueron asistidas 1.478 personas.

La catedral de Tortosa está dedicada a Nuestra Señora de la Estrella y la fiesta patrona de la diócesis es la Natividad de María (8 de septiembre). La diócesis fue erigida en el siglo IV, si bien se le atribuyen obispos ya desde el siglo I, y pertenece a la provincia eclesiástica de Tarragona.

En el siglo XVI, de 1516 a 1522, fue obispo de Tortosa Adriano de Utrech, consejero y preceptor de Carlos I de España y quien lo hizo regente de Castilla. En 1522, Adriano de Utrech fue elegido Papa y tomó el nombre de Adriano VI. Desde entonces y hasta 1978 con el polaco Karol Wojtyla (Juan Pablo II), todos los papas fueron italianos. Desde entonces, los obispos de Tortosa conservan el privilegio de poder usar el solideo de color rojo.