V Centenario Santa Teresa de Jesús (1): Tres llamadas a entrar, por Ángel Moreno de Buenafuente

V Centenario Santa Teresa de Jesús (1): Tres llamadas a entrar, por Ángel Moreno de Buenafuente

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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V Centenario Santa Teresa de Jesús (1): Tres llamadas a entrar, por Ángel Moreno de Buenafuente

Nos disponemos a ofrecer algunas enseñanzas de la santa de Ávila, la doctora mística y maestra de oración, para rendir homenaje a quien nos dejó por escrito el tesoro de su experiencia de amistad con Jesucristo, y que se convierte en estímulo y pedagogía para cuantos deseamos emprender o avanzar por el camino espiritual.

No haré excesivos comentarios de los textos. Intentaré escoger los que más puedan acompañarnos, a la vez que destacan por su agudeza y porque son más comprensibles.

Iniciamos la selección de textos con tres llamadas a entrar, y la indicación por dónde se debe hacer: según dice Jesús en el Evangelio, por la puerta, que la santa concreta, por la puerta de la oración, de la Humanidad sacratísima, y del castillo interior.

PUERTA POR LA QUE ENTRAR

"La puerta de este castillo es la oración" (Moradas I

"Porque, a cuanto yo puedo entender, la puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración, no digo más mental que vocal, que como sea oración ha de ser con consideración; porque la que no advierte con quién habla y lo que pide y quién es quien pide y a quién, no la llamo yo oración" (Moradas I, 7)

"Y veo yo claro, y he visto después, que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes, quiere sea por manos de esta Humanidad sacratísima, en quien dijo Su Majestad se deleita. Muy muy muchas veces lo he visto por experiencia. Hámelo dicho el Señor. He visto claro que por esta puerta hemos de entrar, si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos" (Vida 22,8).

Aunque no sea sino llegar a la puerta, es harta misericordia la que las hace Dios; porque, puesto que son muchos los llamados, pocos son los escogidos" (Moradas V, 1, 2)

A manera de cómo se lucra el jubileo de los años santos, atrevámonos a pasar por la puerta santa, que es Cristo. Él ha dicho: "En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto" (Jn 10, 7-9)

El Papa Francisco, comentando el evangelio (18-IX-14), afirmó: "Y por reconocer nuestros propios pecados, reconocer nuestra miseria, reconocer lo que nosotros somos y lo que somos capaces de hacer o hemos hecho es, precisamente la puerta que se abre a la caricia de Jesús, al perdón de Jesús, a la Palabra de Jesús ?¡Vete en paz, tu fe te salva!’, porque has sido valeroso, has sido valerosa al abrir tu corazón a Aquel que sólo puede salvarte".