Discurso de Bartolomé I en el encuentro con el Papa Francisco en el Palacio patriarcal
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Discurso de Bartolomé I en el encuentro con el Papa Francisco en el Palacio patriarcal
Santidad,
Dando gloria al Bondadoso Dios Trino os acogemos y a vuestro venerable Séquito en este lugar sagrado, donde está la Cátedra de los obispos de esta histórica y mártir Iglesia, que tiene asignado por la Divina Providencia el servicio tan responsable de la Primacía entre las Santísimas Iglesias Ortodoxas locales. Os acogemos con alegría, honor y reconocimiento, porque gustosamente habéis dirigido vuestros pasos desde la Antigua la Nueva Roma, unificando simbólicamente con este movimiento vuestro el Occidente y el Oriente, portador del amor del Protocorifeo al Primer Llamado, su hermano carnal.
Vuestra venida aquí, por primera vez desde la reciente elevación de Vuestra Santidad al Trono de la "primacía del amor", constituye una continuación a análogas visitas de vuestros venerables predecesores Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, testimoniando vuestra voluntad como también la de la Santísima Iglesia de Roma, de continuar el firme camino fraternal con nuestra Iglesia Ortodoxa para el restablecimiento de la plena comunión entre nuestras Iglesias. Saludamos, por eso, con mucha satisfacción y estima la venida aquí de Vuestra Santidad, como un evento histórico y lleno de buenos auspicios para el futuro.
Este sagrado lugar, en el cual durante siglos a través de muchísimas visicitudes históricas, cada uno de los Patriarcas Ecuménicos han celebrado y celebran el sagrado Misterio de la Divina Eucaristía, constituye un sucesor de otros distinguidos lugares de culto en esta Ciudad, que han iluminado ilustres figuras eclesiásticas que pertenecen ya al coro de los grandes Padres de la Iglesia universal. Tales eran también los predecesores de nuestra Humildad, los Santos Gregorio el Teólogo y Juan Crisóstomo, las reliquias de los cuales descansan ya en este sagrado templo, junto con aquellas de Basilio el Grande, de la Gran Mártir Eufemia que convalidó el Tomos del V Concilio Ecuménico y otros santos de la Iglesia ? eso gracias a la gentil restitución de ellas por parte de la Iglesia de Roma al Patriarcado Ecuménico. Este año cumplimos el décimo aniversario de este evento y expresamos a Vuestra Santidad nuestros calurosos agradecimientos por esto gesto fraternal de Vuestra Iglesia hacia nuestro Patriarcado Ecuménico. Que estos Padres sagrados, sobre la enseñanza de los cuales fue construida nuestra común fe durante el primer milenio, sean intercesores ante el Señor, para que encontremos nuevamente la plena comunión entre nuestras Iglesias, cumpliendo así Su santa voluntad en tiempos cruciales para la humanidad y el mundo. Porque, según el sagrado Crisóstomo "esto es lo que más sostiene a los fieles y constituye el amor; por eso, que sean una sola cosa, dice Cristo" (A los Filip. 4,3 P.G. 62,208).
Expresando de nuevo la alegría y el agradecimiento de la Santísima Iglesia de Constantinopla y de nuestra Humildad por esa visita oficial y fraternal de Vuestra Santidad, deseamos a Vos y a vuestro venerable Séquito todas las bendiciones de parte del Señor y sea Vuestra permanencia entre nosotros un mayor estrechamiento de nuestros lazos fraternales para gloria de Su santo Nombre.
"¡Gracias sean dadas a Dios por su don inefable!" (2 Cor 9,15).
¡Bienvenido amado Hermano en Cristo!
[01955-04.01]