En el marco de la celebración de la Jornada de la Amistad entre Coptos y Católicos, el Santo Padre escribió una misiva en la que señala su gratitud al Señor por los pasos que unos y otros han dado a lo largo del camino de la reconciliación y la amistad después de siglos de silencio, incomprensión e incluso hostilidad. Ahora, coptos y católicos, escribe el Pontífice, "se encuentran cada vez más, dialogan y cooperan para anunciar el Evangelio y servir a la humanidad".
Así mismo, el Santo Padre expresa su profundo agradecimiento a Su Santidad Tawadros II por la hospitalidad ofrecida a la decimotercera reunión de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales, celebrada en El Cairo, por invitación del Patriarcado de la Sede de San Marcos, subrayando que con el renovado espíritu de amistad entre coptos y católicos "el Señor nos hace ver que el lazo que nos une nace de la misma llamada y misión que recibimos del Padre el día de nuestro bautismo".
Al mismo tiempo, el Obispo de Roma precisa que, "a pesar de que estamos todavía en camino hacia el día en que nos reuniremos como uno en la misma mesa eucarística ? prosigue ? somos capaces, incluso ahora, de hacer visible la comunión que nos une. Coptos y católicos pueden testimoniar juntos valores tan importantes como la santidad y dignidad de cada vida humana, la santidad del matrimonio y la vida familiar, y el respeto de la creación que nos ha confiado Dios. Frente a los muchos desafíos contemporáneos, agrega el Papa, coptos y católicos están llamados a ofrecer una respuesta común fundada sobre el Evangelio. Mientras continuamos nuestra peregrinación terrena y si aprendemos a soportar las cargas de los otros y a intercambiar el rico patrimonio de nuestras respectivas tradiciones, veremos claramente que lo que nos une es más grande que lo que nos divide".
Antes de concluir su misiva, el Papa Francisco expresó su preocupación por las comunidades cristianas en Oriente Medio: "Su Santidad, todos los días mis pensamientos y oraciones están con las comunidades cristianas en Egipto y Oriente Medio, muchas de las cuales pasan por condiciones difíciles y situaciones trágicas. Soy muy consciente ? agrega el Papa ? de su grave preocupación por la situación en Oriente Medio, especialmente en Irak y Siria, donde nuestros hermanos y hermanas cristianos y de otras comunidades religiosas se enfrentan a pruebas diarias. !Que Dios nuestro Padre dé paz y consuelo a todos los que sufren e inspire a la comunidad internacional a responder con prudencia y justicia a esta violencia sin precedentes!".
(Renato Martinez ? Radio Vaticano)