Así saca la Iglesia a los niños migrantes de las calles en Marruecos: "El trabajo más grande es que recuperen la confianza"
Silvia Dall´o, responsable del Proyecto Faro en Tánger, denuncia la difícil situación de los menores migrantes que sufren pobreza, maltrato y adicción
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En el marco del Día Internacional de la Prevención de Abusos y Explotación Infantil, la responsable del Proyecto Faro de la diócesis de Tánger, Silvia Dall´o, ha compartido en 'Ecclesia al día' con Raquel Caldas, su perspectiva sobre la dura realidad que enfrentan los niños migrantes en Marruecos, especialmente aquellos que llegan a Tánger en busca de una oportunidad para cruzar hacia Europa.
Según Silvia, los menores que forman parte del Proyecto Faro provienen principalmente del sur de Marruecos, y la mayoría llegan a la ciudad sin la posibilidad de cruzar a Europa debido a las estrictas medidas de seguridad en el puerto: "Son niños analfabetos, la mayoría han sido abusados y, tristemente, se enfrentan a la adicción a los disolventes". Como ha explicado, a esto se suma el sufrimiento físico y emocional que estos niños cargan debido a las difíciles circunstancias familiares que los empujan a la calle desde temprana edad.
Silvia destaca que, a menudo, los niños no son huérfanos, sino que provienen de familias donde sufren abusos y maltratos, lo que los obliga a abandonar sus hogares a una edad temprana para buscar una vida mejor: "A los 10 o 11 años, muchos de estos niños ya están en la calle, viviendo una vida de sufrimiento, sin acceso a la educación ni apoyo familiar".
En cifras
+ 50familias apoyadas
El Proyecto Faro trabaja intensamente para ofrecer a estos niños un lugar de esperanza: "El Faro I es una casa de día donde ofrecemos actividades educativas y recreativas. El Faro II, que comenzará en enero, será un espacio de acogida para 12 niños en situación de calle que desean dejar el consumo de disolventes y empezar una nueva vida". Además, enfatiza la importancia de la reconstrucción de la confianza y la humanidad en estos jóvenes, algo que, según ella, es esencial para su rehabilitación y reintegración social.
Por último, Dall´o ha hecho un llamado a la colaboración internacional, especialmente a los voluntarios y entidades de España, debido a la cercanía cultural y geográfica entre ambos países: "Necesitamos mucho a España porque la distancia es mínima. Y porque las relaciones entre Marruecos y España son de verdad preciosas en este sentido. España puede dar una historia, puede dar una una capacidad de construir en lo social enorme y Marruecos deja a la gente, los voluntarios que vienen acá se van conmovidos por participar en el proyecto una semana, 10 días".