¿Cómo deben vivir los católicos la preparación de su boda?: "Empieza en la Primera Comunión”

Septiembre es un mes donde se celebran muchos enlaces, pero los preparativos como el menú o la música ganan cada vez más terreno al verdadero sentido de contraer matrimonio: ¿cómo evitarlo?

Redacción Religión

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Septiembre es un mes inundado de bodas. Pero en la sociedad actual, a veces las parejas centran más la organización en la parte más superficial, como son los preparativos, el fotógrafo o el menú, pero no lo que significa realmente recibir el sacramento del matrimonio. 

Prueba de ello es que en España las ceremonias civiles ya son mayoría respecto a las bodas religiosas. El 56% frente al 44%. Mucho ha cambiado el panorama desde 1996, cuando los enlaces religiosos representaban el 76% del total.

Tampoco tienen nada que ver los precios. Hoy las bodas pueden costar desde 15.000 a 65.000 euros. Los menús no bajan ya de los 150 euros. En cuanto a la época del año, se prefiere el verano, pese a ser más caro.

El párroco de la iglesia de Santa Cristina y Santa Margarita en Madrid, Fernando Bielza, ha confirmado en 'Ecclesia al día' que cada vez los jóvenes tienen menos consciencia de lo que implica contraer matrimonio: “A veces vienen novios por ejemplo diciendo que se casan el 15 de septiembre, y preguntando si hay sitio en la iglesia para casarse, es decir, reservan primero la celebración y luego buscan la ceremonia religiosa, lo que demuestra una ignorancia absoluta sobre lo que significa lo que están haciendo”, ha lamentado.

La explicación para Bielza es la falta de modelos en las familias, ya que los jóvenes contemplan a su alrededor “matrimonios fracasados”, por lo que entienden el matrimonio como algo que “no está llamado a permanecer, por lo que la boda se convierte en una celebración de ellos mismos y no del sacramento, del paso para el cual uno debería llevar preparándose toda la vida, que es la vocación a la que están llamados el 95% de los cristianos”, ha recalcado el sacerdote.

"Los novios entienden el compromiso como algo que tienen que aguantar"

Cuestionado si percibe un miedo al compromiso entre los futuros contrayentes, el párroco de Santa Cristina y Santa Margarita precisa que lo que existe es una ignorancia hacia el significado de este sacramento.

“En el mejor de los casos entienden el compromiso como algo que tienen que aguantar, y como la ley civil favorece que la gente no aguante, la gente va con la idea de ver qué pasa. Esto no va de que yo tengo que ver cómo aguanto, sino de hacer un camino en el que me identifico con un modelo de amor por los otros y mi vocación es hacer eso presente en un hogar, en una familia y en medio de la sociedad”.

Los cursos prematrimoniales, centrados en el testimonio 

De ahí que en los cursillos no se enfoque únicamente en la Doctrina Social de la Iglesia y explicar que el matrimonio es el sacramento donde Dios se hace presente por el amor de los esposos, sino que se busca el testimonio de otros contrayentes. “Soy partidario de que la preparación del matrimonio empieza con la catequesis de la Primera Comunión, no se puede preparar en un fin de semana, es un disparate”, ha puntualizado.

Fernando Bielza también reconoce que en los cursillos se han producido cambios de actitud en muchas parejas: “De repente hay algo que hace clic y venían con una idea y descubren la belleza de donde me estoy metiendo. Lo acogen con alegría”.

Por contra, otras parejas están cerrados a cualquier consideración: “Solo piensan en que es su día y en la propia boda se ve que algo no funciona cuando no estás abierto al misterio maravilloso que es el contraer matrimonio”, ha subrayado el sacerdote.

Por último, el párroco ha recordado que los sacerdotes siempre están a disposición de los matrimonios una vez celebrada la boda: “Estamos a su disposición cuando vengan los malos momentos, que es inevitable que lleguen. El hecho de que hayan venido a la Iglesia a recibir la bendición del Señor implica que estamos ahí siempre para acompañar no solamente los momentos alegres y bonitos, sino los momentos difíciles”.