La Iglesia, muro de contención para las víctimas de la erupción del volcán en La Palma: “La gente se va reanimando”

Tres años después, un centenar de familias no han podido regresar a sus casas. El párroco de El Paso acoge a más de veinte personas, mientras Cáritas atiende a quienes lo perdieron todo entre las cenizas

Redacción Religión

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Este jueves, 19 de septiembre, se cumplen tres años de la erupción del volcán en La Palma, donde las tareas de reconstrucción no han cesado entre promesas incumplidas por parte de las administraciones. 

El balance del fenómeno natural fue devastador para cientos de familias que habitan la isla: tras 85 días de erupción, 1.200 hectáreas afectadas, 7.000 evacuados y 1.300 viviendas sepultadas bajo las cenizas.

Tres años después, todavía 85 familias viven en 'casas contenedor' en Los Llano de Aridane, 36 en casas de madera en El Paso y se estima que unas treinta familias viven con la ayuda de Cáritas. Muchas de estas familias continúan pagando la hipoteca de una vivienda que no existe.

En este tercer aniversario asociaciones de afectados han convocado varias manifestaciones de denuncia en relación con el proceso de reconstrucción.

El párroco de El Paso: “La gente se va reanimando”

A lo largo de estos tres años, la Iglesia ha estado muy presente en la isla de La Palma para acompañar a quienes lo perdieron todo. Uno de ellos es el párroco de El Paso, Domingo Guerra, quien en 'Ecclesia al día' ha explicado que tras la erupción, “la gente se quedó muy tocada de ánimo” y con sensación de desconcierto de cara al futuro. 

Un sentimiento que, poco a poco ha ido mutando: “La gente se va reanimando, se va uniendo, va habiendo más perspectiva porque se han recuperado muchas carreteras y viviendas, sobre la misma lava ya se está plantando plátanos...”, ha explicado el sacerdote.

En cualquier caso, Domingo Guerra ha recordado que todavía queda mucho por hacer, sobre todo en lo que se refiere a la recuperación de las viviendas: “Mucha gente no tiene donde vivir, las casas que se hicieron de madera funcionan aún. En el centro parroquial tengo más de veinte personas por falta de vivienda y no tienen donde vivir. Otros se han tenido que ir de la isla o a otros pueblos de La Palma. La vivienda es el problema principal”, ha asegurado.

Cuestionado por la fe de los vecinos de La Palma tras vivir esta experiencia traumática, el párroco de El Paso percibió desconcierto: “Echarle la culpa a Dios no lo vi, pero quedaron desconcertados”, ha precisado.

Tres años después, y con la recuperación de las fiestas patronales en verano como la bajada de la Virgen del Pino, ha contribuido a unir más al pueblo: “La gente tiene más esperanza e ilusión de que con Dios se puede afrontar el futuro con más esperanza y más unión entre ellos, porque desunidos se consigue poco y unidos a Dios se consigue mucho más”, ha comentado.

Cáritas Tenerife, el sostén de muchos vecinos que perdieron todo en el volcán

Por su parte la coordinadora del Proyecto de Emergencias de Cáritas Tenerife, Melania Martín, ha explicado en 'Ecclesia al día' que la entidad de la Iglesia sigue trabajando con los colectivos en situaciones complicadas “que no consiguieron solucionar lo principal, que es tener una vivienda propia y en buenas condiciones”. 

A su vez, Cáritas orienta a estos vecinos en temas de empleo, apoyo y escucha para atender la parte emocional y psicológica de estas personas.

“La gente está en proceso, que es largo. No es solo es recuperar lo que teníamos, sino volver a tener una vivienda en condiciones. La gente está en proceso de cura, de sacar lo positivo y recibir los que les corresponde para tener esa forma de vida en condiciones”, ha explicado Martín.

En este sentido, la coordinadora de Cáritas Tenerife ha reclamado a las administraciones no olvidarse de la población de La Palma: “Necesitamos seguir siendo escuchados, que se sigan dando los apoyos que se prometieron, que sean reales y efectivas”, ha expuesto.