El pasaje de la Biblia donde Jesucristo nos exime de los pecados de nuestros antepasados: “La misa tiene ya un poder sanante"

El director de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Rafael Vázquez, ha aportado las claves del documento doctrinal de la Conferencia Episcopal que desaconseja la práctica de la 'sanación intergeneracional'  

Redacción Religión

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El director de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Rafael Vázquez, ha aportado más detalles en 'Ecclesia al día' sobre la nota doctrinal publicada por la Conferencia Episcopal Española, donde desaconseja la práctica de la 'sanación intergeneracional' que algunos sacerdotes están extendiendo. Y es que como recalca la nota, nadie puede cargar con la culpa por los actos cometidos por nuestros antepasados. 

“La 'sanación intergeneracional' es una práctica que está basada en la sanación de los pecados de nuestros antepasados. Son personas que experimentan un malestar, que no tiene por qué ser solo espiritual, sino físico, y no encuentra causa lógica a este sufrimiento, y recurren a que puede ser que algún antepasado suyo haya cometido algún pecado que quedó sin perdonar, y las consecuencias de ese pecado la arrastran las generaciones sucesivas”, ha explicado Vázquez.

Una praxis, ha continuado explicando, que comenzó aplicando como terapia un psicólogo anglicano mezclando “la psicología con la espiritualidad”. En este sentido, Rafael Vázquez reconoce que hay cuestiones psicológicas que se heredan de padres a hijos, pero no a nivel espiritual: “Vincular los pecados de nuestros antepasados es algo que no está contemplado ni en la Doctrina de la Iglesia ni en la Sagrada Escritura porque el mismo Jesús rompe con esa concatenación de causa, pecado y castigo”, ha subrayado.

“la misa tiene ya un poder sanante pero no vinculado a los pecados de nuestros antepasados”

El responsable de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe ha hecho hincapié en que los sacerdotes que practican la 'salvación intergeneracional' no lo hacen con mala intención, sino “con la intención positiva de liberación de las personas que están mal”, pero advierte que recurren a “misas de sanación” que realmente no “existe en nuestra liturgia”.

En este sentido, sostiene Vázquez que “la misa tiene de por sí ya un poder sanante pero no vinculado a los pecados de nuestros antepasados”, y recuerda que la Iglesia tiene otro tipo de oraciones, como pedir por la sanación de un enfermo.

Rafael Vázquez ha añadido que el sacerdote Robert de Grandis (fallecido en 2018 y vinculado a la Renovación Carismática) fue quien promovió la 'sanación intergeneracional' bajo el argumento de que en el Antiguo Testamento aparece que “el pecado de los padres es heredado por los hijos, pero el mismo Jesús rompe con esa concatenación. En el pasaje al que Jesús le presentan al ciego de nacimiento, le preguntan quien pecó, si él o sus padres para este sufrimiento, y Jesús respondió que ni él ni sus padres pecaron”, ha insistido el sacerdote.

El Bautismo borra los pecados y la Unción de los enfermos permite la sanación 

Asimismo, Vázquez ha afirmado que la Iglesia cuenta con un sacramento para la sanación de las personas que es la Unción de los Enfermos, en la que se pide la unción espiritual y, si Dios lo considera, la corporal: “Tenemos la bendición de los enfermos y a eso es lo que tenemos que recurrir. Muchas veces nos encontramos con 'sanación intergeneracional' y, al estar vinculado a teorías orientales como el karma, los demonios, los malos espíritus... puede haber detrás una especie de exorcismo medio camuflado y esto tiene que estar regulado por la Iglesia y controlado por los obispos”, ha explicado Rafael Vázquez.

Finalmente, el director de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe ha recordado que la Doctrina de la Iglesia establece que el “único pecado heredado es el original”, si bien apunta que esto no significa que “heredemos la culpa de Adán”. “El sacramento que rompe el pecado es el Bautismo, donde somos regenerados gracias a la Resurrección de Cristo”, ha aclarado.