Así son los escalones que subió Jesucristo hacia su juicio con Pilato

Los peregrinos podrán subir los 28 escalones en Roma de la 'Scala Santa' sobre el mármol original

Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

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Corría el siglo IV, cuando, según la tradición, la Scala Santa fue llevada a Roma por Santa Elena, la madre del emperador Constantino.

Esta santa nunca se hubiera podido imaginar que gracias a aquel viaje que decidió realizar a Tierra Santa, cuando había cumplido ya los 80 años, muchas de las reliquias relacionadas con la pasión de Jesús pueden ser veneradas hoy en día en distintas partes del mundo.

En un primer momento, el objetivo de aquel viaje era únicamente encontrar la cruz sobre la que murió Jesús, pero consiguió recuperar más de lo que pensaba.

Cuenta una antigua tradición que en las excavaciones que se realizaron en el monte Calvario se encontraron tres cruces y una mujer enferma se curó al tocar una de las cruces, por lo que Santa Elena determinó que era una señal del cielo para saber cuál de ellas era la auténtica.

De hecho, la fiesta exaltación de la Cruz se conmemora el 14 de septiembre, el aniversario de la dedicación de la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, pero en algunos lugares se celebra el día exacto en el que Santa Elena descubrió la cruz, el 3 de mayo, fiesta de la Invención de la Cruz.

En Jerusalén, Santa Elena hizo otro gran descubrimiento: la Scala Santa del palacio de Poncio Pilato, la misma que Jesús subió el Viernes Santo para ser juzgado. Como ya había sufrido la flagelación y la coronación de espinas, cuentan que derramó allí gotas de sangre. Las mismas que se conservan sobre la Scala Santa para veneración de los fieles y que se pueden contemplar a través de un cristal.

En 1908 el Papa San Pío X concedió la indulgencia plenaria a todos los que asciendan con devoción la escalera. La indulgencia se consigue tras haber cumplido las condiciones requeridas: Confesión, Comunión y oración por las intenciones del Santo Padre.

Restauración de la escalera

La restauración de la Scala Santa está siendo integral, incluidos los frescos del techo, paredes y estatuas. Está previsto que los trabajos finalicen en 2020. Era muy necesaria después del desgaste de siglos de miles y miles de personas que suben de rodillas a diario esta escalera, para recordar la Pasión de Jesús. 

La escala tiene varios puntos que son especialmente venerados por los peregrinos. Concretamente los ya señalados, en los que siempre según la tradición, cayó Jesús y hay gotas de sangre. El peldaño más desgastado es el número 11, que presenta una grieta en el centro y tiene una cruz de metal y una rejilla metálica. La devoción popular indica que Jesús cayó en este escalón y lo rompió con su rodilla. El segundo peldaño más desgastado de la escalera es el superior, donde también la tradición asegura que cayó otra gota de sangre de Jesucristo.

La visita

Durante los próximos 60 días puede visitarse la escalera en su material original, mármol blanco, que también aparece desgastado por la devoción de quienes subieron los peldaños antes de que se decidieran recubrir con la escalera de madera.

Por cierto, que cuando los obreros quitaron las tablas de madera que recubrían los escalones originales, encontraron multitud de papeles metidos entre las grietas con peticiones de oración, estampitas, mensajes, fotografías, dinero, documentos que forman parte de la historia de la devoción hacia esta reliquia y que se encuentran ahora mismo en poder de los Padres Pasionistas, que son los encargados del santuario.

El edificio donde se encuentra la Scala Santa, fue mandado construir por el Papa Sixto V a finales del siglo XVI. Desde el año 1980 la Scala Santa está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.