El ejemplo de María Berenice, la nueva beata a la que Francisco admira por su "humildad y entrega a los demás"

La religiosa colombiana fue beatificada este 29 de octubre en Medellín lugar donde siempre expresó que os niños más pobres eran "los favoritos del Señor"

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Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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“Un edificio de santidad construido sobre la humildad”. Así ha definido el Papa Francisco a María Berenice Duque Hencker, la nueva beata colombiana sábado 29 de octubre fue beatificada en la catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María de Medellín.

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Presidida por el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, como representante del Papa Francisco, la ceremonia de la fundadora, entre otras, de la comunidad de las Hermanitas de La Anunciación, contó con miles de fieles que quisieron participar de la alegría de la Iglesia del país.

“La madre María Berenice, tuvo que buscar a Dios día tras día, superando muchas pruebas. Contrastes e incomprensiones tuvo muchos”. Explicó Semeraro. Tras destacar los con los que la nueva beata quiso imitar a María, el cardenal afirmó que “la caridad era, en efecto, la otra característica de su existencia terrenal”. “Los pobres estaban en el centro de su existencia y también, para que los pobres fueran ‘evangelizados’, fundó una familia religiosa. Tenía, en particular, amor por los niños más pobres, a los que consideraba los favoritos del Señor”.

Madre Berenice y su entrega

La nueva beata nació en Salamina el 14 de agosto de 1898. Hija de Antonio José Duque Botero y Ana Berenice Hencker Risther. Fue bautizada con el nombre de María Ana Julia y desde su infancia reveló su pasión por Dios y su disposición de servir y ayudar al prójimo. Sintiéndose llamada a la vida religiosa ingresó a la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Presentación, el 20 de diciembre de 1917, donde permaneció durante 33 años.

Su trabajo y solicitud por las personas más pobres y marginadas de la sociedad y su decisión de entregarse totalmente a Dios la condujeron a fundar el 14 de mayo de 1943, la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación, esto con el apoyo de Mons. Joaquín García Benítez, entonces arzobispo de Medellín. Más adelante, en 1957, fundó las Misioneras de Jesús y María y, en 1965, emprendió el proyecto de los Misioneros de la Anunciación.

Su constante preocupación fue la de ayudar a los excluidos de la sociedad y de anunciar a todos el Evangelio. A través de su vida se esforzó en identificarse con Cristo, haciendo siempre en medio de muchas pruebas la voluntad de Dios. Una larga enfermedad la acrisoló en el amor para entrar en la Casa del Padre el 25 de julio de 1993.

La madre Berenice, además catequizó a los hijos de las familias adineradas de la época, las cuales al ir al trabajo, dejaban a sus pequeños en manos de las empleadas domésticas.