Esto es lo que nos manda el séptimo mandamiento de la Ley de Dios: "No robarás"
Recuerda las palabras de Jesús: "¿De que sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?" (Mt 16, 26)
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Continuando con la explicación del Decálogo, hoy llegamos a la Séptima Palabra: "No robarás". Al escuchar este mandamiento, pensamos en el robo y el respeto por la propiedad de otros. No hay cultura en la que el robo y el abuso de bienes sean lícitos; en efecto, la sensibilidad humana es muy susceptible por lo que respecta a la defensa de la posesión. Jesucristo, que es "el camino, la verdad y la vida", es el maestro que nos enseña cómo deben ser observados de modo perfecto los mandamientos y los preceptos.
El robo es la usurpación del bien ajeno contra la voluntad razonable de su dueño. La codicia y el egoísmo llevan a cometer muchos pecados contra el séptimo mandamiento. Recuerda las palabras de Jesús: "¿De que sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?" (Mt 16, 26)
El séptimo mandamiento de la Ley de Dios nos manda respetar los bienes ajenos y pagar las deudas, y nos prohibe quitar o retener lo ajeno contra la voluntad de su dueño y causar daño al prójimo en sus bienes. Los que han robado o han hecho daño al prójimo en sus bienes están obligados, además de confesar su pecado, a restituir lo mal adquirido y a reparar cuanto antes los daños culpablemente causados.
Estos son los principales pecados contra el séptimo mandamiento de la Ley de Dios
- Robar.
- Causar daño al prójimo en sus bienes.
- No trabajar conforme al deber o trabajar mal.
- No pagar el justo salario a los empleados y obreros.
- Servirse de la miseria del prójimo o de la escasez pública para acaparar o enriquecerse con injustas subidas de precio.
- No cumplir los deberes de propio cargo permitiendo que se perjudique al prójimo o al bien común.
- Prestar dinero u otra cosa exigiendo un interés excesivo.
- Engañar al prójimo en el comercio con pesos, medidas o monedas falsas, o con mercancías malogradas o averiadas.
- Retener bienes ajenos contra la voluntad de sus dueños.
- Sobornar o exigir coimas.
- Colaborar en cualquier robo o injusticia contra los bienes ajenos.
El Papa Francisco sobre la Séptima Palabra: "No robarás"
En una catequesis sobre el Séptimo Mandamiento del Decálogo, “No robarás”, el Santo Padre afirmó que “el mundo es rico en recursos para asegurar a todos los bienes primarios. Sin embargo, muchos viven en una situación de pobreza escandalosa y los recursos naturales, mal utilizados, se van deteriorando”. En este sentido, recordó que “nadie es dueño absoluto de los bienes: es un administrador de los bienes. La posesión es una responsabilidad”.
El Papa Francisco subrayó que "una vez más Jesucristo nos revela el pleno sentido de las Escrituras. "No robarás" significa: ama con tus bienes, aprovecha tus medios para amar como puedas. Entonces tu vida será buena y la posesión se convertirá verdaderamente en un don porque la vida no es el tiempo de poseer sino de amar".