La historia de los 21 coptos asesinados en 2015 por el Estado Islámico que serán mártires de la Iglesia

El Papa anunció junto al patriarca copto ortodoxo de Alejandría, Tawadros II, que estos mártires asesinados por el ISIS formarán parte del Martirologio Romano

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Redacción Religión

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Samuel, Bishoy, Malak, Gaber, Girgis, Mina, Matthew, Tawadros, Milad, Ezzat, Abanub, Maged, Yusuf, Kirollos, Bishoy, Somaily, Hany, Loqa, Esam, Malak Farag y Sameh, estos son los nombres de los 21 cristianos coptos asesinados en 2015 en una playa de la ciudad de Sirte (Libia) por terroristas del autodenominado Estado Islámico y que han pasado a formar parte del Martirologio Romano, tal y como reveló el Papa Francisco.

Corría el año 2015 cuando este grupo de coptos fue secuestrado. Un mes después el extremista Estado Islámico, también conocido como ISIS, publicó un video en el que mostraba a integrantes de un grupo armados decapitando a 21 hombres egipcios coptos en Libia. El vídeo de su decapitación fue publicado en varias webs yihadistas donde los terroristas se jactaban de lo ocurrido.

“Esos hombres dieron testimonio de Jesucristo”

“Esos hombres dieron testimonio de Jesucristo. Degollados por la brutalidad del Isis, murieron diciendo: "¡Señor Jesús!", confesando el nombre de Jesús”, con estas palabras los recordó el Papa Francisco, quien ahora los incluye en el Martiriologio Romano. “Estos mártires fueron bautizados no sólo en el agua y el Espíritu, sino también en la sangre, una sangre que es semilla de unidad para todos los seguidores de Cristo”, estas fueron las palabras con las que se expresó al recibir de manos del patriarca Tawadros II una reliquia de estos mártires.

El escritor alemán Martin Mosebach recogió en el libro

las conversaciones que pudo mantener con las familias de estos jóvenes y con representantes del clero copto, para darle un sentido a su muerte. Además de repasar la historia de cada uno de ellos, que habían emigrado a Libia para trabajar ante la falta de oportunidades en Egipto, el autor dio las claves históricas de los coptos, que plantan sus raíces en las predicaciones del evangelista san Marcos, en el siglo I.

“La Iglesia de los mártires”

Los coptos se consideran a sí mismos como la Iglesia de los mártires. Mientras el cristianismo siga vivo, debe haber y habrá mártires. Su testimonio es expresión de la coherencia de la vida de la fe y la liturgia del cristianismo antiguo. En Europa, en cambio, hemos cortado con toda referencia pública a la fe o a la tradición cultural cristiana”, aseguró. Los sacerdotes que los conocían narran sus peripecias en Libia, donde vivían hacinados en una gran habitación. “No se gastaban ni una sola moneda para divertirse, todo iba a parar a sus padres y esposas. Cuando se reunían por la noche, se dedicaban a cantar y rezar”, señalaban.

La primera vez que el autor del libro vio la versión completa del vídeo en el que eran asesinados estaba en la casa de una de las familias de los mártires. Explicó que ellos consideran la grabación “como un icono sagrado. Aprecian sobre todo la templanza y la valentía de sus familiares”. Lo que más le impresionó fue su entereza: “No hubo lamentos o sentimientos de desgarro. Lo afrontaban con sobriedad. Ni siquiera vivieron un trauma. Estas personas viven en conexión directa con el mundo sobrenatural. Recordando a sus familiares asesinados, miran al cielo”, señaló.