El llamamiento de las iglesias europeas para superar la emergencia humanitaria en el Nagorno-Karabaj

Contemplando con preocupación la emergencia humanitaria que se está produciendo en Nagorno Karabaj, la Presidencia del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa se une a los reiterados llamamientos del Papa en favor de una solución negociada en la región que lleva demasiado tiempo en el centro del conflicto y pide a la comunidad internacional que alivie la emergencia humanitaria de los cientos de miles de desplazados.

Según las últimas cifras, hay unos 100.000 armenios étnicos que han huido de Nagorno Karabaj. La región, controlada por Azerbaiyán pero con un alto componente armenio, es objeto de un contencioso internacional desde hace unos 30 años, que también pone en peligro el patrimonio cristiano de la región.

Tras el conflicto de 2020, que había desembocado en una dolorosa paz para Armenia con la pérdida del control de los territorios de algunos monasterios históricos, durante meses el Lachin, la única vía de acceso entre la capital de Nagorno Karabaj, Stepanakert, y la capital armenia, Ereván, ha sido bloqueada por activistas, creando una primer crisis humanitaria.

En las últimas semanas, Azerbaiyán lanzó una "operación antiterrorista" en la región que provocó el éxodo de todos los armenios étnicos. Más de 100.000 han abandonado la antigua tierra de Artsaj.

Los obispos del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas contemplan con preocupación esta tragedia humanitaria. Junto con el Papa Francisco, hacen un llamamiento "al diálogo entre Azerbaiyán y Armenia, esperando que las conversaciones entre las partes, con el apoyo de la comunidad internacional, propicien un acuerdo duradero, que ponga fin al fin a la cuestión humanitaria".

Al mismo tiempo, el CCEE pide que se vigile el patrimonio cristiano en Nagorno Karabaj. Según una resolución del Parlamento Europeo de 10 de marzo de 2022, hay 1456 monumentos armenios que tras el alto el fuego de 2020 quedaron bajo bajo el control de Azerbaiyán y que ya sufrieron daños durante la guerra.

Y espera que los actores internacionales encuentren una solución negociada que garantice la seguridad de los desplazados y su derecho a regresar a las tierras donde crecieron con sus tradiciones; que las resoluciones internacionales que pedían el libre acceso al corredor de Lachin; que la emergencia humanitaria se resuelva con soluciones que pongan a la persona humana, y no al interés político, en el centro de las decisiones.