Los misioneros salesianos alertan: “Los equipos de rescate se van y la ayuda no llega a Siria”

Desde Misiones Salesianas se hace un llamamiento a la comunidad internacional para que la ayuda humanitaria llegue lo antes posible a este país

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Redacción Religión

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Siria está en una situación de pobreza extrema porque no llega la ayuda internacional y las labores de rescate ya se han suspendido, pero cuando los equipos de rescate se van, los misioneros salesianos siguen al lado de la población y con las puertas abiertas”, asegura un joven voluntario en la Casa Don Bosco de Alepo. Sin luz, en pleno invierno y con temperaturas bajo cero, sin posibilidad de comprar combustible y con los precios de los alimentos disparados por la escasez, los ciudadanos sirios del norte del país viven una situación límite.

Cada día se han refugiado con nosotros alrededor de 500 personas -cerca de 100 de ellas menores de edad-, a las que atendemos con todo lo que tenemos a nuestro alcance: desayuno, comida, mantas, ropa de abrigo, colchonetas…”, recuerda Alejandro León, responsable de los Salesianos en Oriente Medio. Las puertas de Don Bosco Alepo están abiertas desde el primer día y durante las 24 horas. Además del alojamiento, se están distribuyendo alimentos, ropa de abrigo, medicinas, kits de higiene y ofreciendo revisiones médicas, ayuda psicosocial y apoyo para la reparación de pequeños desperfectos en viviendas.

Miles de personas dependen de una ayuda internacional que se está retrasando

Desde Misiones Salesianas se ha realizado un llamamiento a la comunidad internacional que trabaje para que la población más afectada pueda recibir apoyo cuanto antes. Hasta ahora no tenían que comer, ahora tampoco tienen casa. Además, “tratamos de que los niños jueguen, de que haya música en algunos momentos para compartir y celebrar la vida”, relata Mateo Colmenares, voluntario salesiano en Alepo. “Somos conscientes de que después del shock inicial, con el tiempo aparece el dolor, la incertidumbre, el preguntarse qué va a pasar con sus vidas, y a todo eso también queremos empezar a dar respuesta para sanar los corazones”, continúa.

Emergencia humanitaria

Más de 33.000 fallecidos, más de 80.000 personas hospitalizadas y casi un millón de personas que necesitan comida son algunas de las terribles cifras, que siguen aumentando, que dejan los dos grandes terremotos ocurridos hace una semana y que afectaron al sur de Turquía y al norte de Siria. El país asiático, a punto de cumplir 12 años en guerra, vive una emergencia humanitaria difícil de describir por las sanciones y bloqueos internacionales, que imposibilitan que llegue la ayuda material, y con más de 5,3 millones de personas que se han quedado sin hogar.