Los obispos europeos, confiados en que siga la solidaridad con los refugiados del conflicto en Ucrania

El arzobispo Cyril Vasil' destacó el papel de las Iglesias para acoger a unas 900 mil personas que pasaron por los dos pasos entre las fronteras ucraniana y eslovaca

Comece: la contribución de iglesias esencial para mitigar los efectos de la guerra

Redacción Religión

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Los obispos europeos (COMECE) participaron este pasado viernes, 27 de enero, en la reunión de alto nivel de líderes religiosos y de la Unión Europea organizada por la Comisión Europea donde se compartieron perspectivas sobre cómo hacer frente a las amplias consecuencias en la Unión Europea de la guerra en Ucrania.

El cardenal Hollerich, presidente de la COMECE, subrayó que “la contribución de las Iglesias es y debe ser considerada un ingrediente esencial para hacer avanzar las políticas de la UE que promueven el bien común”. El arzobispo Cyril Vasil', de la Eparquía greco-católica de Kosice, en Eslovaquia, destacó el papel de las Iglesias para acoger a unas 900 mil personas que pasaron por los dos pasos entre las fronteras ucraniana y eslovaca.

“Nuestra Iglesia ha estado presente desde el primer momento con ayuda inmediata, primeros auxilios, antes que otras organizaciones estatales”, remarcó el arzobispo que subrayó la ayuda que ofrecieron desde el primer momento: alojamiento, ropa, comida. “Nuestra Eparquía – añadió el arzobispo - no ha trabajado de forma diferente a la Iglesia de Polonia, Rumanía o Hungría, que también son países vecinos. Fue una experiencia que demostró la gran flexibilidad y generosidad de la gente".

"Todos estamos en el mismo barco, pero hoy en la reunión he intentado subrayar que el acercamiento y la cooperación entre las instituciones civiles y eclesiásticas deben caminar al mismo paso", prosiguió el arzobispo. “No somos competidores, sino que colaboramos en el mismo proyecto".

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A este respecto, Monseñor Vasil' señaló: "Como simple ciudadano europeo, podría desear que el diálogo en Europa sea real y que la escucha sea real y no se limite a unas pocas reuniones anuales u ocasionales para poder opinar. Me parece – añadió - que hay muchos otros aspectos de las políticas europeas en los que la voz de la Iglesia y de las Iglesias no se percibe, y mucho menos se escucha".

La intervención de Antoine Hérouard, arzobispo de Dijon y Presidente de la Comisión de Asuntos Sociales de la Comece, se centró en los múltiples efectos de la guerra de Ucrania en la población de toda Europa.

En particular, puso sobre la mesa la cuestión de la energía, su coste y la inflación. Reiteró el llamamiento de la Iglesia católica a la Unión Europea y a sus Estados miembros "a políticas encaminadas a lograr una solidaridad concreta con los más frágiles de nuestras sociedades, personas y familias que no pueden o tienen grandes dificultades para satisfacer sus necesidades básicas". También se refirió en nuestros micrófonos a los muchos que ya no pueden pagar la calefacción y la electricidad. “Hay que pensar en ayudar a la gente, entre los distintos pueblos y dentro de cada país, a los que más sufren" las consecuencias del actual conflicto en Ucrania.

Hérouard mencionó también el artículo 17: su impresión es que hoy este diálogo "sigue siendo un tanto formal". Quizás sería útil - es su deseo - tener reuniones más organizadas de antemano y también "crear las condiciones para un diálogo más regular, porque vemos que la cuestión de la guerra hoy en Ucrania tiene vínculos con la cuestión religiosa, con la ortodoxia, por ejemplo". “Como cristianos – afirmó - podemos tener la actitud correcta ante este drama".