Los obispos venezolanos denuncian una “situación límite de colapso”

José Luis Azuaje Ayala dio testimonio del socavamiento de la democracia en Venezuela y pidió el compromiso con la libertad

José Luis Azuaje Ayala

Rosalía Sánchez

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

“Tememos consecuencias violentas”, ha denunciado en Berlín el presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, José Luis Azuaje Ayala, invitado por los obispos alemanes a la presentación de un informe sobre la situación de los cristianos en Cuba y en Venezuela. “Asistimos a una escalada de intolerancia", ha dicho el también  arzobispo de Maracaibo, insistiendo en que en Venezuela se vive "una situación límite de desplome y colapso" y que el proyecto del "socialismo del siglo XXI" impulsado por el gobierno de Nicolás Maduro "está por encima de cualquier consideración humanitaria". 

"Los obispos hemos encontrado que todos estos males tienen una única razón: la implementación de un proyecto político totalitario", agregó el arzobispo, quien dijo que se trata de “un plan totalitario que el gobierno se empeña en mantener a cualquier precio". En relación con la designación de Roy Chaderton como nuevo embajador de Venezuela ante la Santa Sede, recordó que "es una persona que ha sido muy crítica especialmente con todos aquellos que no sean afectos al gobierno de Maduro" y que cuyo nombramiento “genera mucha dudas”. En cualquier caso y según el arzobispo, “los obispos venezolanos se sienten respaldados y escuchados por el Papa Francisco”.

“Aunque Cuba y Venezuela son considerados países católicos, los cristianos cuya participación pastoral o caritativa adopta formas políticas rápidamente entran en conflicto con el aparato del poder político”, dice el informe. “Se prohíbe todo lo que se sospeche que pueda cuestionar la soberanía de opinión y el monopolio del estado".

El acoso administrativo y la discriminación sistemática, incluidas las penas de prisión, están a la orden del día”, sigue el texto. "Proclamar el mensaje liberador de Jesucristo en tales condiciones y nombrar abiertamente las quejas sociales básicas es una aventura peligrosa", traduce el arzobispo Dr. Ludwig Schick de Bamberg, presidente de la Comisión de la Iglesia Mundial de la Conferencia de Obispos Alemanes. “No pocos de los que se hacen políticamente activos precisamente debido a su responsabilidad cristiana son amenazados y perseguidos.

Donde la diversidad de opiniones es indeseable y la vida política se alinea, la Buena Nueva de Jesucristo tiene un poder explosivo político", enfatizó durante la presentación de un informe promovido por la iniciativa "Solidaridad con los cristianos perseguidos y acosados en nuestro tiempo", “porque allí donde la libertad de expresión está amenazada, la libertad religiosa también sufre".

"Ahora hay muchas personas que buscan comida en la basura. Esto contradice la dignidad humana. "Los medicamentos y los alimentos básicos se han vuelto escasos en lo que alguna vez fue el país más rico de América Latina, con miles de venezolanos que emigran al extranjero todos los días”, ha descrito monseñor Azuaje Ayala, “cualquiera que nombre las causas políticas de esta miseria será amenazado. Así, bajo el presidente Maduro, las polémicas y la agresión hacia la Iglesia están aumentando enormemente”.

El arzobispo dio testimonio del socavamiento de la democracia en Venezuela y pidió el compromiso con la libertad, la dignidad humana y los derechos humanos. Para la iglesia en Venezuela, ha explicado "es muy importante estar del lado de los necesitados, incluso si esto trae muchos inconvenientes y angustia".

La iniciativa "Solidaridad con los cristianos perseguidos y acosados" fue lanzada por los obispos alemanes en 2003 para la sensibilización sobre la situación de los cristianos en peligro. Mediante publicaciones, folletos litúrgicos y eventos públicos, sus responsables  llaman la atención sobre las circunstancias a veces dramáticas de la vida cristiana en diferentes partes del mundo. Además, los obispos cultivan la solidaridad con las iglesias locales. 

En Alemania, la Conferencia de Obispos de Alemania está buscando constantemente conversaciones con políticos y actores sociales para señalar los acontecimientos amenazantes. El punto culminante anual de la iniciativa es el Día de oración para los cristianos perseguidos y con problemas el 26 de diciembre, Día de San Esteban, que se celebra en todas las diócesis alemanas.