Muere el arzobispo Crisóstomos II, máxima autoridad de la Iglesia ortodoxa de Chipre

Tenía 81 años, se opuso en 2004 al plan de paz de la ONU para la isla y rompió relaciones con el patriarca Kirill de Moscú por la invasión rusa de Ucrania

Ha muerto el arzobispo Crisóstomos II, máxima autoridad de la Iglesia ortodoxa de Chipre

José Ignacio Rivarés

Publicado el - Actualizado

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En la mañana de este lunes 7 de noviembre ha fallecido en Nicosia el arzobispo Crisóstomos II, la máxima autoridad de la Iglesia ortodoxa en Chipre. El deceso se ha producido a las 6.40 horas en su propia residencia, donde lleva semanas luchando contra un cáncer —de colon, según unas fuentes, de hígado, según otras— que le fue diagnosticado en 2018. Según el comunicado del equipo médico que lo atendía, el arzobispo «falleció en paz después de enfrentar la prueba de su dolencia con valentía, paciencia y resistencia cristiana». Los galenos han subrayado la «bondad, humildad y profunda fe» con la que afrontó la enfermedad.

Ceremony after the death of Archbishop Chrysostomos II in Nicosia

Nicosia (Cyprus), 07/11/2022.- The body of the leader of the Cyprus Orthodox Church Archbishop Chrysostomos II lies at the St. Barnabas Cathedral in Nicosia, Cyprus, 07 November 2022. Archbishop Chrysostomos II passed away on 07 November after a battle with cancer. He was 81 years old and served the Cyprus Orthodox Church since 2006. (Chipre) EFE/EPA/KATIA CHRISTODOULOU

Nacido como Herodotus Demetriou el 10 de abril de 1941 en el pueblo de Tala, próximo a la ciudad de Paphos, Crisóstomos ingresó a temprana edad en el monasterio de San Neófito, siendo ordenado diácono en 1963. Completó sus estudios eclesiásticos en Atenas, y regresó a Paphos en la década de los setenta. El 25 de febrero de 1978 fue elegido metropolitano de esa misma sede. Su designación y entronización como arzobispo de Nuevo Justiniano y Todo Chipre se produjo en noviembre de 2006, tomando el relevo de Crisóstomos I.

El presidente de la República de Chipre,

, ha lamentado en sus redes sociales la muerte del arzobispo. «El pueblo de Chipre lamenta la pérdida del arzobispo Chrysostomos II. Su obra de reforma por la ortodoxia, la Iglesia y su acción por el bienestar de nuestro pueblo es enorme».

Contrario al rescate de Chipre

Crisóstomos II ha sido un líder religioso que no ha dejado indiferente a nadie, especialmente por sus pronunciamientos de índole político. En 2013, por ejemplo, no dudó en posicionarse en contra del rescate financiero de Chipre diseñado por los acreedores internacionales. Calificó a políticos y banqueros de «ladrones» y dijo que habría preferido que Chipre abandonara el euro antes de aceptar un rescate tan gravoso para el pueblo. También desveló que la Iglesia ortodoxa nacional tenía 100 millones en el Banco de Chipre, el más importante del país, y que los daba por perdidos debido al acuerdo del Eurogrupo.

Anteriormente, en 2004, Crisóstomos se había declarado contrario también al plan de paz elaborado por la ONU, una iniciativa de pacificación rechazada posteriormente en referéndum por la gran mayoría de los grecochipriotas. Chipre, como es sabido, se halla dividido en dos desde 1974, año en que Turquía invadió la isla y proclamó la República Turca del Norte de Chipre, que no tiene más reconocimiento internacional que el de la propia Turquía. Ankara mantiene allí actualmente a 35.000 soldados. Chipre obtuvo la independencia del Reino Unido en 1960, siendo su primer presidente el arzobispo Makarios III.

Más recientemente, en enero de este mismo año, no dudó en sancionar a una docena de sacerdotes por negarse a vacunarse contra la Covid-19 e instar a sus fieles a hacer lo mismo.

Reformas internas

La Iglesia chipriota ha dicho que el liderazgo de Crisóstomos II ha estado marcado por su «visión, audacia, respeto y recuperación de la tradición histórica», así como por «cambios innovadores que apuntaron siempre a la unidad». Durante su mandato se actualizó, en efecto, la Carta de la Iglesia de Chipre y se creó la Escuela Teológica.

«Crisóstomo II promovió el cambio de la anterior y obsoleta Carta de la Iglesia, que estaba en vigor desde 1914 y que desde entonces ha sido revisada en dos ocasiones. La nueva Carta cambió principalmente el sistema electoral, mejorando el poder de los fieles», apunta la página web Ortodox Times. La reforma, añade el portal especializado en el mundo ortodoxo, no se limitó al procedimiento electoral, sino que afectó también a las fronteras de las distintas metrópolis y a otras cuestiones internas para un mejor funcionamiento de esta Iglesia.

Con respecto a la crisis de la Iglesia ortodoxa desencadenada tras la concesión en 2019 del «tomos» (decreto) de autocefalia a Ucrania, Crisóstomos y su Santo Sínodo respaldaron en su decisión al patriarca ecuménico Bartolomé de Constantinopla. El pasado mes de junio, la Iglesia ortodoxa de Chipre dejó de conmemorar al patriarca Kirill de Moscú por el apoyo de este a la invasión rusa de Ucrania.

Denuncia de la ocupación turca

El primado de la Iglesia ortodoxa chipriota fue, asimismo, un firme defensor de estrechar lazos con el catolicismo. En 2005 estuvo presente en el funeral de Juan Pablo II y en la misa de inauguración de pontificado de Benedicto XVI. El hoy Papa emérito visitó la isla en junio de 2010 mientras que Francisco lo hizo el pasado mes de diciembre.

En este último periplo, que le llevó también a Grecia, el Santo Padre visitó a Crisóstomos en la sede del arzobispado ortodoxo. Este no se anduvo por las ramas y pidió expresamente el «apoyo activo» de la Santa Sede para poner fin al «plan de limpieza étnica» iniciado por los turcos en la isla en 1974, cuando se apoderaron —denunció— «del 38% de nuestra patria». «Los 200.000 habitantes cristianos que fueron expulsados de sus hogares paternos con una barbarie increíble —le dijo al Romano Pontífice— fueron sustituidos por más del doble de colonos que llegaron de las profundidades de Anatolia, destruyendo así nuestra cultura clásica formada desde tiempos inmemoriales».

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Francisco, por su parte, le instó a «hacer gestos audaces» y a no dejarse arrastrar por una «irreconciliabilidad de las diferencias que no se refleja en el Evangelio». En el mensaje que dejó escrito en el Libro de Oro, el Papa le agradeció también los esfuerzos en el tema del diálogo. «Muchas gracias por hablar de diálogo. Debemos avanzar siempre por el camino del diálogo, un camino arduo, paciente y seguro, un camino de coraje. Parresía y paciencia», escribió.

Tras ese encuentro personal, el Santo Padre volvió a referirse los progresos realizados en el terreno ecuménico. «Me alegra ver que seguimos caminando en la misma dirección, en busca de una fraternidad cada vez mayor y de la unidad plena», le dijo a los miembros del Santo Sínodo en un discurso en el que agradeció la participación de la Iglesia ortodoxa de Chipre en la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico.