El Padre Wenceslao Belem sobre la situación en Burkina Faso: “Nuestro kalashnikov es la oración y la Misa”

El sacerdote ha denunciado que "los terroristas tienen el control de casi 40% del territorio de Burkina Faso y hay una situación de inseguridad por el avance de los grupos armados"

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Redacción Religión

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“De manera general se vive inseguridad en Burkina Faso, en todas partes del país ya que los

. Ahora la gente esta huyendo sus pueblos para tener más seguridad en las ciudad.

. Quisiera decir inseguridad en el ámbito del alimento porque estas personas desplazadas internos que están en las parroquias, los centros, las escuelas, ya no tienen nada debido a que la agricultura es la base de la economía del país”, con estas palabras se ha expresado el

en una entrevista concedida a TRECE.

Sobre cómo esta afrontando la iglesia este aumento de la violencia que lleva ya años, Wenceslao expresa que “la iglesia es la oración, que nosotros decimos que nuestro kalashnikov es la oración, la Santa Misa y el rosario, rezar cada día para la conversión de estas personas que están sembrando el mal en todas partes en el país y luego la educación. Acoger a estas personas desplazadas, los jóvenes y los niños para intentar educarlos, sobre la libertad religiosa, la tolerancia y el dialogo islamo-cristiano, la iglesia esta haciendo obras sociales, proyectos para pedir ayuda de alimentos, medicamentos y así ayudar a los desplazados internos que son ayudas de fuentes de conversión”.

Llamado a la oración

En referencia a la propuesta que hace la Iglesia ante el aumento de la inseguridad, indica que “es siempre llamar a la oración y también pedir al gobierno que luche mucho contra la pobreza para que los terroristas no aprovechen la pobreza de los jóvenes para reclutarlos y formarlos como terroristas. También una propuesta de unidad de los militares ya que notamos que no están unidos, en 1 año hubo dos golpes de estado, los terroristas aprovecharon para estar en el centro del país y ahora es muy difícil”.

"Debemos tener unidad"

Por último explica que “debemos tener una unidad y un ministerio de las distintas religiones para que el ministro haga todo lo posible y la gente no transforme ese conflicto en violencia de religión, podría ayudar mucho. También poner el foco en la educación, desde la escuela primaria, los maestros eduquen a los niños, a la tolerancia, vivir en paz con otras personas y todos los colegios de la iglesia en las escuelas primarias brinden la enseñanza a la religión y libertad religiosa y poder ayudar a los niños a crecer con ese espíritu humano, evangélico y cristiano”.