El Papa aprueba el decreto para la beatificación de un juez asesinado por la mafia
También se reconocen las virtudes heroicas de 7 nuevos Venerables Siervos de Dios, entre ellos, Don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán y defensor de los indios
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El Papa ha aprobado el decreto que reconoce el martirio del juez siciliano asesinado por la mafia en 1990, Rosario Angelo Livatino, además de las virtudes heroicas de siete nuevos venerables siervos de Dios, entre ellos, Don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán y defensor de los indios.
Así lo ha confirmado la oficina de prensa del Vaticano. El Papa se ha reunido con el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, para autorizar al próximo beato y a los siete nuevos venerables siervos de Dios, con el reconocimiento de sus virtudes heroicas.
El juez Rosario Livatino será Beato
Como hemos explicado, al recibir en audiencia al Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Papa Francisco autorizó la promulgación de los Decretos relativos a un nuevo próximo beato y 7 nuevos Venerables Siervos de Dios, con el reconocimiento de sus virtudes heroicas.
Rosario Angelo Livatino dedicó su vida al estudio de la jurisprudencia y al conocimiento profundo del fenómeno mafioso con la gran capacidad de encontrar nexos y recrear tramas, tanto que firmó importantes sentencias que lo pondrían en la mira de Cosa Nostra. Compromiso y fe, en un hombre siempre atento a la persona y a la dimensión de la redención además de la del crimen y por tanto capaz de condenar, pero también de comprender, dando, como él mismo escribió, "a la ley un alma".
Será Beato el Siervo de Dios Rosario Angelo Livatino, laico, nacido en Canicattì (Italia) y asesinado por odio a la Fe, en la carretera que va de Canicattì a Agrigento, el 21 de septiembre de 1990. De él, el Papa dijo hace un año: "Un ejemplo no sólo para los magistrados, sino para todos los que trabajan en el campo del derecho: por la coherencia entre su fe y su compromiso de trabajo, y por la actualidad de sus reflexiones".
El primer obispo de Michoacán
El Papa también autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación de los decretos concernientes 7 Siervos de Dios, que serán así Venerables con el reconocimiento de sus virtudes heroicas, entre ellos dos españoles, cuatro italianos y un polaco.
Entre los españoles se encuentra Vasco de Quiroga, Obispo de Michoacán; nacido alrededor de 1470 en Madrigal de las Altas Torres (España) y fallecido en Pátzcuaro (México) el 14 de marzo de 1565. Estudió derecho y teología, asistiendo a las universidades de Salamanca y Valladolid, y luego comenzó a trabajar en la magistratura en Valladolid donde, en 1528, fue nombrado miembro de la Real Cancillería. En 1530 fue nombrado por el rey Carlos I de España como juez de la Segunda Audiencia de México con la tarea de verificar y eliminar, entre otras cosas, los abusos que se habían cometido contra los indios, logrando una delicada labor de pacificación social. Durante este período, Vasco de Quiroga fundó dos hospitales, siempre con gran atención al mundo indígena al que dedicó tiempo y compromiso. Luego el nombramiento del Papa Pablo III como primer obispo de Michoacán, una oportunidad para desarrollar un plan pastoral articulado en el que pudo instituir seminarios, construir una catedral, pero también crear estructuras de cercanía y cuidado espiritual y material para los indios.
También español es el Siervo de Dios Antonio Vincenzo González Suárez, sacerdote diocesano; nacido el 5 de abril de 1817 en Agüimes (España) y muerto en Las Palmas (España) el 22 de junio de 1851.
Los cuatro futuros Venerables italianos y uno polaco
El Siervo de Dios Bernardino Piccinelli (en el siglo: Dino), de la Orden de los Siervos de María, Obispo titular de Gaudiaba y Auxiliar de Ancona; nacido el 24 de enero de 1905 en Madonna dei Fornelli, aldea de San Benedetto Val di Sambro (Italia) y fallecido en Ancona (Italia) el 1 de octubre de 1984.
El Siervo de Dios Antonio Seghezzi, sacerdote diocesano; nacido el 25 de agosto de 1906 en Premolo (Italia) y muerto en Dachau (Alemania) el 21 de mayo de 1945;
El Siervo de Dios Bernardo Antonini, sacerdote diocesano; nacido el 20 de octubre de 1932 en Cimego (Italia) y fallecido en Karaganda (Kazajstán) el 27 de marzo de 2002;
La Sierva de Dios Rosa Staltari, religiosa profesa de la Congregación de las Hijas de María Santísima Corredentora; nacida el 3 de mayo de 1951 en Antonimina (Italia) y fallecida en Palermo (Italia) el 4 de enero de 1974.
Nacido en Bolesław (hoy Polonia) el 14 de diciembre de 1869, es el Siervo de Dios Ignacio Stuchlý, sacerdote profeso de la Sociedad de San Francisco de Sales, fallecido en Lukov (República Checa) el 17 de enero de 1953.