Asesinado, el Vicario General de Bambari

Las autoridades aún no han podido identificar qué grupo armado entró en el Obispado. El vicario recibió un disparo en el abdomen y murió a causa de las heridas provocadas. El comando tuvo tiempo de atacar al guardia, herir mortalmente al Vicario episcopal y huir antes de que llamaran a las fuerzas de paz de la ONU.

Firmin fue una persona clave en todos los procesos de mediación para tratar de mantener la paz en esta zona de la República Centroafricana, por lo que todos sabían quién era. Los asesinos llevaron a cabo un meditado plan en el que simularon un robo para poder matar al Vicario. En declaraciones a la agencia Fides fuentes de la Iglesia local destacan como “Monseñor Firmin fue un sacerdote extraordinario. Una persona sencilla y muy humilde, cercana a los mayores y a los pequeños, y sobre todo era un hombre que decía la verdad, que era capaz de hacer un análisis muy claro de la situación”.

Los sacerdotes comprometidos con el diálogo están, cada vez más, en el punto de mira. En los últimos meses según informan desde Fides, todos los religiosos asesinados o que sufrieron ataques son personas incómodas para aquellos que quieren desestabilizar la República Centroafricana. No es la primera vez que sucede algo así. Por ejemplo, en abril fue asesinado el Padre Joseph Désiré Angbabata junto con algunos de los fieles que se encontraban en ese momento en la parroquia que asaltaron. Desde hace un año, las autoridades del país y la ONU habían decretado que la ciudad estaba desarmada pero, como se puede comprobar, en la práctica no sucede lo mismo.

El obispo de la Diócesis de Bangassou, Juan José Aguirre, ha denunciado en Cope, en numerosas ocasiones la situación tan convulsa que se vive en este país del corazón de África.