Antiguos alumnos de la Universidad Jesuita de Nicaragua critican la decisión del Gobierno de Ortega
Los opositores al régimen de Daniel Ortega han reivindicado la labor de la institución académica y lamentan el cese de su actividad: "Esta noticia me pisotea"
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Indignación en Nicaragua después de que el Gobierno de Daniel Ortega haya ordenado el cese de la actividad y confiscación de los bienes de la Universidad Jesuita del país, la UCA, después de que el Décimo Distrito Penal de Audiencias, calificara de “centro de terrorismo” a la institución académica, así como de “haber traicionado la confianza del pueblo nicaragüense” y “haber transgredido el orden constitucional, el orden jurídico y el ordenamiento que rige a las Instituciones de la Educación Superior del país”.
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús considera que este nuevo ataque del régimen de Daniel Ortega a la universidad y a la Iglesia constituyen “una violación de los derechos humanos y parece estar orientada a consolidar un Estado totalitario”.
Desde las redes sociales, quienes se oponen a la persecución de las libertades en Nicaragua han condenado con dureza el cierre de la Universidad Jesuita: “Los jesuitas luchamos por la propagación de la fe y la defensa de la justicia que la misma fe exige. Y si Daniel Ortega y su dictadura piensa que va a callar a la Compañía y a la Iglesia con acusaciones falsas, amenazas y expropiaciones que se vaya pidiendo una valeriana”, asegura el jesuita Nacho Narváez a través de Twitter.
Además, ha compartido una imagen en la que se pueden ver al personal de la UCA cómo tratan de poner a salvo las imágenes de la capilla para evitar “una posible profanación tras la incautación del edificio a manos de la dictadura”, explica Narváez.
Por su parte algunos de los que fueron alumnos de la UCA han salido en defensa de la institución que les ayudó a formarse. Es el caso del sacerdote jesuita Jonathan Marín, quien ha defendido el rol que ha desempeñado la UCA desde su fundación en 1960, calificándola como "la más elegante, grande y moderna del país". "Cientos de salones equipados, amplios auditorios, juzgados, laboratorios, la mejor biblioteca y hemeroteca del país. Restaurantes, capillas, jardines, edificos por doquier. Allí aprendí a pensar, leer y escribir", argumenta Marín.
Otra usuaria y exalumna de la UCA, Clau, asegura que esta universidad es la mejor de Nicaragua, por lo que lamenta la decisión tomada por el Gobierno de Ortega: "Sabiendo lo que han invertido en los últimos años para mejorar la infraestructura, todo lo que tiene la UCA, los laboratorios, el instituto de historia, la biblioteca..:"
Luis Carlos estudió con una beca en la Universidad Jesuita de Nicaragua. Conoció la noticia de que sería becado pocas semanas después de la muerte de su madre. La ayuda estatal le cubría el alojamiento, las dietas y la matrícula para estudiar en el centro universitario. Tras conocer la noticia del cese de su actividad y confiscación de sus bienes, asegura sentirse triste: "Esta noticia me pisotea, me inunda de tristeza, me trae recuerdos de nostalgia", argumenta en Twitter.