Faustina Kowalska, la santa que predijo la fecha exacta del comienzo de la Segunda Guerra Mundial

Cada 8 de octubre celebramos el legado de Santa Faustina, la santa que tuvo revelaciones sobre la Misericordia de Dios

 

 

Victoria Montaner Campos

Madrid - Publicado el

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Un 7 de octubre de 1938, festividad de Nuestra Señora del Rosario, sor Faustina Kowalska fue enterrada en el cementerio que había en el jardín del convento de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, en el barrio de Łagiewniki, al sur de Cracovia. Tenía 33 años y sólo dos días antes había fallecido de una tuberculosis cuyos primeros brotes se habían manifestado hacia 1930.

Esta joven polaca, nacida en el seno de una familia pobre y bautizada con el nombre de Elena, que tenía una escasa formación y una salud endeble fue, sin embargo, la elegida por Dios para recibir la revelación y dar a conocer el mensaje de la Misericordia de Jesucristo al mundo. No cabe duda de que, sin saberlo, el nombre religioso que adoptó, Faustina, hizo honor a ese hecho, pues significa bendecida o afortunada.

 

Faustina Kowalska

Para ingresar en la vida consagrada, la joven Elena tuvo que vencer la resistencia inicial de sus padres y trabajar como empleada doméstica para reunir una pequeña dote. Consiguió someter el fugaz momento de disipación espiritual que le habían causado esas dificultades gracias a una visión que tuvo de Jesús crucificado, que le pidió que marchase a Varsovia y que entrase en un convento.

En agosto de 1925 ingresó como postulante en la Casa Madre que la congregación citada tenía en la capital polaca. Durante las primeras semanas experimentó la tentación de abandonar pero, según ella misma relata, el Señor se le apareció de nuevo para pedirle que no lo hiciera. Tres años más tarde, en abril de 1928, hizo sus votos.

revelaciones de la divina misericordia

El 22 febrero de 1931 comenzó a recibir revelaciones de la Divina Misericordia. En esa primera ocasión escuchó el mensaje, que recogió junto con los siguientes en su Diario, de que pintase la imagen con la que Jesús se había mostrado ante ella, vestido con una túnica blanca. El cuadro debería estar firmado con la expresión “Jesús, en Ti confío”. El Señor tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. Del corazón salían dos rayos, uno blanco y otro rojo. Explicó que Jesús le había dicho que servían para proteger a las almas de la indignación de su Padre. También, que el alma que venerase esa imagen no perecería y que Él la defendería en la tierra y, sobre todo, a la hora de la muerte. Por último, que Jesús le había expresado su deseo de que se instaurase la fiesta de la Misericordia el primer domingo después de la Pascua de Resurrección.

 

Cristo de la Divina Misericordia pintado por el artista polaco Adolf Hyła

En mayo de 1933 sor Faustina fue enviada a Vilna (Lituana) para trabajar como jardinera y allí tuvo ocasión de conocer al pintor Eugenio Kazimirowski que, bajo sus indicaciones, realizó un primer retrato de Jesús en 1935. Sin embargo, el que se ha hecho mundialmente famoso fue el que realizó el artista polaco Adolf Hyła, en 1943, como agradecimiento por la salvación de su familia durante la Segunda Guerra Mundial.

El Diario de Sor Faustina

Por indicación de su confesor, elaboró el Diario ya mencionado, en el que recogió todos los mensajes que recibió de Jesús. En él expuso el Mensaje de que la Misericordia es el atributo más grande de Dios, que se alcanza mediante la confianza. También, que cuando un pecador se dirige a ella le rinde a Jesús la mayor gloria y le sirve para honrar su Pasión.

"Ahora comprendo bien que lo que une más estrechamente el alma a Dios es negarse a sí mismo, es decir, unir su voluntad a la voluntad de Dios. Esto hace verdaderamente libre al alma y ayuda al profundo recogimiento del espíritu, hace livianas todas las penas de la vida y dulce la muerte"

  Santa Faustina Kowalska

Diario de Santa Faustina Kowalska, de 402 a 424.

Las tres de la tarde, Hora de la Misericordia

Sor Faustina resaltó, asimismo, que el Señor le había señalado que las tres de la tarde es la hora de su gran misericordia para el mundo entero. Por último, destacó que Jesús le había enseñado un 14 de septiembre, día de la exaltación de la Santa Cruz, la plegaría del rosario o la corinilla de la Divina Misericordia, que los sacerdotes debían recomendar a los pecadores como última tabla de salvación.

CANONIZACIÓN

Ya en 1966 se trasladaron sus restos a la capilla del convento, que hoy conforma el Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia, convertido en la actualidad en un centro mundial de peregrinación.

San Juan Pablo II beatificó a su compatriota el 18 de abril de 1993, fiesta de la Divina Misericordia, en la plaza de San Pedro, y la canonizó otro segundo domingo de Pascua siete años más tarde, el 30 de abril de 2000. En esa ocasión, el Santo Padre destacó que la luz del Mensaje de Misericordia confiado a Santa Faustina por Jesucristo iluminará al hombre del tercer milenio. En 2011 se promovió la iniciativa de que santa Faustina sea proclamada doctora de la Iglesia.

Se cuenta que anunció la fecha exacta del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y el bombardeo de la Luftwaffe (La Fuerza Aérea alemana) a Varsovia, además de predecir con total exactitud, el día, el mes y el año de su propia muerte.