La Iglesia de Venezuela condena “la utilización de la persecución por razones políticas” y exigen que la democracia sea “respetada”
En la víspera de la 'toma de posesión' de Nicolás Maduro, los obispos de Venezuela lanzan un comunicado en el que alertan sobre los peligros de este año "caracterizado por inquietudes sobre el futuro de nuestra nación"
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La Conferencia Episcopal Venezolana, en un comunicado emitido por su presidencia al inicio de este año 2025, expresó su preocupación por la compleja realidad política, económica, social, cultural y ética que enfrenta Venezuela “con el deseo de iluminar y acompañar al pueblo al que hemos sido llamados a servir".
"Reiteramos nuestro compromiso de acompañar al pueblo venezolano en sus alegrías y sufrimientos, y contribuir, a través de la cotidiana acción evangelizadora, a que reinen en nuestro país el respeto de la dignidad de la persona, la verdad, la justicia, el estado de derecho, la libertad y la paz". En la víspera de la “toma de posesión” de Nicolás Maduro, y en mitad de una gran crisis ciudadana, marcada por tensiones políticas y denuncias de fraude electoral, los obispos de Venezuela han exigido "respeto" a la democracia, denunciando la "utilización de la persecución por razones políticas".
El comunicado, firmado entre otros por el arzobispo de Valencia (Venezuela), Jesús González de Zárate Salas, como presidente del Episcopado, también alerta sobre la incertidumbre con la que comienza “un año caracterizado por muchos interrogantes e inquietudes sobre el futuro de nuestra nación”. Además de hacer referencia al Jubileo de la Esperanza, y subrayar la importancia del Año Santo para los católicos venezolanos.
“Estamos llamados a reavivar la esperanza en quienes viven la pobreza y la enfermedad, en los encarcelados, migrantes y jóvenes”, señalan los obispos, quienes recuerdan cómo, el pasado 28 de julio, "el pueblo de Venezuela manifestó, con su participación y voto en las elecciones presidenciales, su clara y decidida opción por la democracia".
“Esta decisión debe ser respetada”, señalaron, comprometiéndose a "aportar cada uno desde sus posibilidades y responsabilidades, las respuestas a la difícil coyuntura que hoy vivimos", enfatizando la necesidad de construir un país basado en el respeto a los derechos humanos, el estado de derecho y el bien común. "La oración es escuela de esperanza. Por ello, invitamos a intensificar nuestra oración por Venezuela", concluye el escrito.
La disputa presidencial y la creciente tensión
El comunicado se publica en medio de una crisis política sin precedentes. Este viernes 10 de enero, tanto Nicolás Maduro como el líder opositor Edmundo González Urrutia tienen previsto jurar el cargo de presidente, lo que podría generar una nueva fase de “bicefalia” en el país.
Edmundo González, declarado perdedor por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en los controvertidos comicios de julio, asegura haber obtenido la victoria, respaldado por la oposición y algunos países de la comunidad internacional. Por otro lado, Maduro, quien busca mantener el poder, cuenta con el apoyo de sus aliados tradicionales, aunque enfrenta dudas entre sus socios regionales.
El comienzo del nuevo período en Venezuela tiene lugar tras una etapa de represión emprendida por el chavismo contra sus adversarios políticos y a la espera de las reacciones de la comunidad internacional. Las principales instancias globales, de Washington a la Unión Europea, no reconocerán a Maduro como mandatario.
Llamamiento a la unidad
En su mensaje, los obispos hicieron un llamamiento a superar la indiferencia y los intereses partidistas, subrayando que el bien común debe prevalecer. Mientras tanto, el panorama político venezolano continua dudoso. González sigue su gira internacional en busca de apoyo, mientras Maduro se prepara para una toma de posesión un tanto controvertida.
El Papa Francisco también ha hecho referencia a la crisis en Venezuela este jueves 9 de diciembre durante su discurso al cuerpo diplomático ante la Santa Sede. Según dice, las tensiones sólo podrán superarse mediante “la adhesión sincera a los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad”. Y ha llamado al respeto a la vida y los derechos humanos, el rechazo a la violencia y reiterado la necesidad de emprender negociaciones de buena fe orientadas al bien común.