El misionero que se convirtió en testigo directo del último gran genocidio del siglo XX: "Un campo de muerte y desolación"

En 'ECCLESIA al día' hemos tenido oportunidad de conocer de primera mano el papel que jugaron los misioneros en el documental 'Redentores de Cautivos'

REUTERS FILE PHOTO (REUTERS)

Unas 800.000 personas fueron asesinadas en el genocidio de Ruanda, entre abril y julio de 1994

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

'Redentores de Cautivos' es el título del documental que nos traslada hasta Ruanda para conocer en profundidad el genocidio que tuvo lugar en el país africano en 1994. Para comentar todos los detalles de este acontecimiento histórico y de lo que se refleja en el reportaje, en 'ECCLESIA al día' hemos contando en plató con el director del 'La Mañana Fin de Semana' de COPEFernando de Haro

"Estamos hablando de casi un millón de personas asesinadas y el conflicto étnico entre la población tutsi y la población hutu es la clave. Estos últimos, alentados por 'la radio de las mil colinas', que eran en definitiva, noticias falsas, creyeron que había llegado el momento de cobrarse lo que ellos consideraban como agravios hechos por los tutsis y, de esta forma, se lanzan a matarlos", apuntaba el periodista. 

el documental que pone en valor el papel de los misioneros en mitad del genocidio de ruanda 

Además, Fernando de Haro desvelaba el valor del 'Redentores de Cautivos' como documental al centrarse éste en el papel que ha tenido la Iglesia Católica en el conflicto. "Muestra como los misioneros no entran en el conflicto tomando parte si no ayudando a los que sufren", declaraba Fernando de Haro

Además, el periodista ha aprovechado la oportunidad para hacer hincapié en la idea de que, aunque muchas veces tengamos dificultad para entender lo que ocurre en África, en el continente "los conflictos de este tipo son muy habituales y este es el último gran genocidio del S. XX"

También hemos podido conocer de primera mano cuál ha sido el trabajo detrás del documental junto a su director, el también periodista Salvador Gutiérrez, quien ha apuntado cuál ha sido la importancia del papel que jugó la Iglesia: "Hay una parte de ella que no mira ni las etnias ni las batallas. La labor de los religiosos es fundamental y eso es lo que hicieron también los 160 que estuvieron en Ruanda o Burundi como el padre Juan Carlos. Ellos acogían en la misión a hutus y a tutsis, celebraron misa al final ya casi con las balas pasando de un lado a otro y nunca miraron la condición étnica de la persona. La Iglesia es el ejemplo más claro de lo que es el servicio y la entrega a los demás", apuntaba el director de 'Redentores de Cautivos'. 

La gran masacre, la de 1994, fue la consecuencia de cuatro años de descomposición de la sociedad y de un radicalismo étnico muy fuerte"

Padre Juan Carlos Mancebo, misionero de la orden de la Merced

Introduzca posición aquí

El padre Juan Carlos Mancebo, sacerdote y misionero de la orden de la Merced, también ha formado parte de este trabajo audiovisual en el que se narra uno de los peores genocidios de la historia. Además,el misionero fue testigo directo del genocidio: "Hemos tenido la oportunidad de trabajar en campos de refugiados muy distintos. En Burundi tuvimos la ocasión de colaborar con refugiados tutsis, mientras que en Ruanda, junto a los hutus. Lo que vino después,en 1994, la gran masacre, fue la consecuencia de cuatro años de descomposición de la sociedad y un radicalismo étnico muy fuerte", añadía el sacerdote. 

"Fue un milagro. Nosotros queríamos escapar porque la situación se había descontrolado, habíamos presenciado la muerte de dos familias en aquella cabaña, de donde sacamos a un niño de 12 años como superviviente. En ese momento decidimos salir de allí. Fue un compañero mío el que ya no aguantó más y llevamos al niño escondido con una manta, fue el milagro de escapar. Por donde pasamos fue un auténtico campo de muerte y desolación", declaraba el misionero y testigo directo del genocidio que se plasma en 'Redentores de Cautivos'