Muere Vincent Lambert tras nueve días sin alimentación e hidratación por decisión judicial

Vincent Lambert (1976-2019) muere tras nueve días sin recibir la alimentación e hidratación que le mantenían con vida. El enfermero francés de 42 años y tetrapléjico por un accidente de tráfico desde 2008 ha muerto en el Hospital de Reims, en Francia, según la Agencia EFE, citando a medios franceses. Así, el deceso ha cumplido el dictamen del pasado 28 de junio del Tribunal de Casación de Francia - la mayor instancia judicial del país galo - de que se le quitase la vida. 

La lucha de 11 años de sus padres y sus abogados por su hijo Vincent ha llegado a su fin. El pasado lunes, Vivianne y Pierre Lambert emitieron un comunicado en el que confirmaron con resignación el fin de su batalla en los tribunales. En los últimos días habían tratado de presentar dos recursos de urgencia, pero ambos fueron rechazados.

Según los progenitores de Vincent, a su hijo le han impuesto la muerte. "Su muerte es inevitable. Le ha sido impuesta tanto a él como a nosotros. Aunque no la aceptamos, solo podemos resignarnos", aseguraban en el comunicado. Las palabras de sus padres, los mensajes de la Iglesia de Francia, de El Vaticano, de médicos contrarios a dejarle morir e incluso del Papa desde Twitter, no han bastado.  

Su última publicación ha sido un nuevo reclamo a combatir la cultura del descarte y a reivindicar el valor de cada vida humana. 

El director ad interim de la Oficina de Prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, ha emitido un comunicado en el que asegura que han recibido con dolor la noticia de la muerte de Vincent Lambert, y que rezan para que el Señor lo reciba en su casa. La corresponsal de COPE en El Vaticano, Eva Fernández, ha contado que, en el texto, manifiestan su cercanía con sus seres queridos y con aquellos que se han empeñado en asistirlo hasta el final con amor y dedicación. A la vez recuerdan todo lo que ya ha dicho el Papa sobre este asunto: Dios es el único dueño de la vida, desde el inicio hasta el final natural y es nuestro deber custodiarla siempre y no ceder a la cultura del descarte.

El fenecimiento de Vincent Lambert por la vía judicial se ha producido tras el primer intento por parte de los médicos que le atendían el pasado 20 de mayo. Entonces, el equipo de sanitarios, encabezado por el doctor Sánchez comunicó a la familia la decisión. Fue su madre la encargada de decírselo a Vincent: "No llores". Ese momento quedó grabado en vídeo y difundido por medios locales. Sin embargo, los recursos de los abogados y los padres de Vincent Lambert pudieron impedirlo entonces. 

Desde tribunales ordinarios a instancias nacionales e internacionales, Vincent y Vivianne consiguieron conservar a Vincent con vida, por el momento. El Consejo de Estado francés, el Tribunal Europeo de Derechos del Hombre (TEDH) o el Comité Internacional de protección de los derechos de las personas con discapacidad de la ONU (CIPPCD) fueron algunas de las puertas a las que llamaron para pelear por su hijo. Incluso, llegaron a suplicar al presidente de Francia, Enmanuel Macron, que "impidiese" que se llevara a cabo la desconexión y a denunciar su "desprecio culpable" ante las peticiones del CIPPCD. 

El comité de la ONU emitió una petición formal para que se postponiese la aplicación de la opción de los médicos. El organismo internacional reclamaba más tiempo para nuevas investigaciones de carácter médico y jurídico antes de proceder a dejar de alimentar y dar de beber a Vincent Lambert. Se decidió, en un primer momento, reanudar los tratamientos y reconectar al enfermero en estado de conciencia mínimo. Sin embargo, tras el veredicto del Tribunal de Casación de hace unas semanas, todo recurso fue en vano. 

La familia del fallecido se encontraba dividida por su situación. Sus padres, un primo y una hermana de Lambert, han sido partidarios de la prolongación indefinida de los cuidados médicos para que Vincent viviera. Por otra parte, la esposa y tutora legal de Vincent, Rachel Lambert, un primo y cinco hermanas y hermanos denunciaron que el caso de su familiar, ahora muerto, era "ensañamiento terapéutico".