El nuncio en Ucrania relata su día a día en plena guerra: "Me quedaré mientras haya gente a la que ayudar"

El arzobispo Visvaldas Kulbokas ha explicado en EFE que viven en subterráneos alejados de ventanas para evitar riesgos. Asegura que el Vaticano puede mediar en el conflicto

El nuncio en Ucrania relata su día a día en plena guerra: "Me quedaré mientras haya gente a la que ayudar"

Redacción Religión

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El nuncio apostólico en Ucrania, el arzobispo Visvaldas Kulbokas, se muestra convencido de que la Santa Sede puede ejercer un papel de mediación “para acabar con esta guerra” provocada por la invasión rusa.

En una entrevista concedida a EFE desde Kiev, Kulbokas ha precisado que su día a día actualmente es atender las decenas de llamadas que recibe y realiza en su papel diplomático en el país, pero también el de evacuar a personas que son víctimas del conflicto.

"Vivimos todos en la planta baja, dormimos y trabajamos siempre en las mismas habitaciones, lejos de las ventanas. Celebramos misa en la cocina porque es uno de los únicos lugares seguros", explica el nuncio vaticano de 47 años, nacido en Lituania y nombrado nuncio apostólico en Ucrania por el Papa Francisco el año pasado.

“Hay muchos contactos que hacer a nivel diplomático, pero también gestiones humanitarias y a veces no conseguimos terminar todo porque suenan las alarmas y tenemos que refugiarnos en los subterráneos", ha explicado. Comenta que ahora no parece que estén siendo atacados los barrios residenciales de Kiev, pero que de vez en cuando se escuchan los estallidos de misiles o de morteros en la periferia.

La prioridad de Kubolkas es organizar la ayuda que va llegando e intentar evacuar a la gente de Mariúpol donde se está viviendo "una verdadera catástrofe humanitaria". El nuncio indica con esperanza que la Santa Sede, al representar sólo a la Iglesia, puede "ofrecer tanto para una mediación en la guerra".

"Nosotros no somos especialistas técnicos o políticos, pero sí que podríamos crear un espacio de mediación; esto es posible solo si las dos partes lo piden. Hemos visto que Ucrania lo aceptaría muy bien, pero ahora hay que ver qué piensa Rusia", argumenta.

Y espera que Rusia acepte porque, subraya, "para resolver las guerras hay que salir del esquema político y militar que no lleva a ningún sitio" y la solución podría llegar "con la unión de los esfuerzos de todas las Iglesias cristianas: católica y ortodoxa".

Ante las polémicas intervenciones del patriarca Kiril, que ha justificado la guerra que ha iniciado Rusia, Kulbokas dice que lo que hay que subrayar es "que todas las iglesias y los cristianos tienen la vocación para construir la paz".

"No se puede entender la guerra. No entiendo cómo alguien puede hacer esto. No se puede permitir que las madres tengan de dar de mamar a sus hijos en los subterráneos del metro o que los niños mueran de frío y hambre. Nadie se esperaba un ataque así", lamenta emocionado.

Cuándo se le pregunta si ha pensado alguna vez en marcharse ante el inminente peligro, Kulbokas no tiene dudas: "Me quedaré mientras haya gente a la que ayudar".