Terremoto en Indonesia: Miedo pero sin daños importantes para los religiosos camilos de la isla de Flores

El terremoto que sacudió Indonesia este martes ha afectado a la isla de Maluku del Sur, una de las provincias del archipiélago en Indonesia. El seísmo también se percibió en varias islas vecinas, como Papúa, Timor y Flores, donde se encuentra el seminario de San Camilo. Agustinus Gunadin, uno de los seminaristas camilos en Flores ha indicado que “el temblor se produjo en mitad de la noche, mientras todos dormíamos. Fue tan fuerte que todos los seminaristas nos despertamos y corrimos para salir del edificio de dos plantas. Aparte de daños menores en el mobiliario interior, la estructura del Seminario no ha sufrido daños”.

Yolenta Nalut, otro seminarista, explica que las vibraciones del terremoto se sintieron durante varios segundos y que, superado el miedo inicial que les sacó de la cama, tras recibir instrucciones del Rector del Seminario, les invitaron a volver a sus habitaciones una hora después del temblor. “En general, las casas de los alrededores del Seminario no sufrieron daños porque el temblor no fue demasiado fuerte”, añade Engelbertus Klau.

"Estamos acostumbrados a los temblores"

La isla sufre frecuentes episodios sísmicos y la población vive en perpetua alerta ante nuevos temblores. “Aquí en Flores y en Kupang, en la isla de Timor, afortunadamente sólo hemos sentido algunos temblores a los que por desgracia estamos acostumbrados”, escribe el Padre Luigi Galvani, MI, desde Maumere. Los misioneros Camilos dirigen tres casas de formación en la isla de Flores y una en la de Timor, así como el Centro Social San Camilo de Maumere, centro de diversas iniciativas benéficas.

La agencia de mitigación de desastres del país (BNPB) informa de casas y escuelas dañadas en las islas Tanimbar, provincia de Maluku. El temblor más fuerte se ha producido en Saumlaki, la mayor ciudad del archipiélago, donde viven unas 8.000 personas. En noviembre de 2022, un fuerte terremoto sacudió Java, la principal isla indonesia, con un balance de más de 600 muertos, 22.000 casas dañadas y más de 58.000 desplazados.