El trabajo que las misioneras dominicas realizan en Kiev con los niños marginados, y que ahora se ve truncado

Las tres hermanas han tenido que ser evacuadas tras la invasión rusa en Ucrania. La ecónoma de las de la Congregación de Santo Domingo ha explicado en Ecclesia cómo se encuentran

El trabajo que las misioneras dominicas realizan en Kiev con los niños marginados, y que ahora se ve truncado

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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Desde hace un cuarto de siglo, las Misioneras de la Congregación de Santo Domingo se encuentran en la capital de Ucrania, en Kiev. Pese a las tensiones en el país en las últimas semanas, que ha culminado con la invasión militar de Rusia, las tres hermanas que integran esta misión (María, María Jesús y Antonia) han continuado con su tarea de atender y gestionar la Casa de los Niños que dirigen.

En este tiempo, tal y como manifestaron en 'La Linterna' el pasado 14 de febrero, no sintieron miedo por lo que podía ocurrir en el futuro: “Lo que tenga que pasar, pasará. Hemos pasado situaciones parecidas. La ayuda de Dios da fuerzas. Sin duda, tienen más miedo los de fuera, que nos están hinchando a correos y a llamadas. Nosotras estamos tranquilas, estamos en manos de Dios”, comentaban.

Ahora, una vez estallado el conflicto las hermanas estaban siendo evacuadas. En declaraciones a Ecclesia, la ecónoma de las Misioneras de la Congregación de Santo Domingo, Águeda Mariño, ha informado que “viajan en convoy, pero no sabemos aún si han llegado a Polonia”.

“Ellas siempre insistían en que estaban bien, que tenían clara su misión y el bien que hacía su presencia allí. En su entorno no han tenido ninguna señal de alarma ni incidente, la vida transcurría con su normalidad cotidiana. Aunque la sombra de la invasión siempre estaba ahí, pero el sentir general era que podría llegar a afectar más a las regiones fronterizas prorrusas”, ha agregado la ecónoma en Ecclesia.

En estas semanas de miedo y nerviosismo, asegura Mariño, han mantenido contacto con María, María Jesús y Antonia, que decidieron continuar su tarea en la Casa de los Niños al tratarse de un lugar seguro y de mucha paz para los menores a los que atienden: “El miércoles 23 de febrero les pregunté por la noche cómo les afectaba la situación y me contestaron: “En que hay que llevar los documentos contigo donde vayas. Por lo demás, toda la tarde con los niños, ensayo de teatro para pascua y día del español. Los que lo pasan mal son los de la línea: casas quemadas, cortes de luz y gas, bombardeos día y noche, por ellos sí que tenemos que rezar que lo están pasando mal”.

Ya este jueves, cuando comenzaron a estallar las bombas, Águeda Mariño se puso en contacto con ellas a través del Whatsapp. En la respuesta de las hermanas, le explicaron a la ecónoma que debían abandonar Ucrania: “Ya les habían dicho en la embajada que debían tener preparado siempre un bolso con lo más imprescindible, documentos y dinero. La última noticia directa de ellas es de ayer jueves a las 14:36, y nos decían que estaban en la embajada”, explica.

Preguntada si el objetivo es traer a alguno de los niños que atienden desde Ucrania, la ecónoma de la Congregación de Santo Domingo ha precisado que este asunto no ha sido aún tratado: “Pienso que el principal objetivo es que pase pronto este conflicto, se estabilice y pueda volver la actividad normal en La Casa de los Niños. Es lo mejor para ellos, las familias, el propio país. Pero como no sabemos cómo derivará esta situación, tampoco se pueden plantear otro tipo de proyectos. Todo dependerá de los refugiados que pueda haber y su situación. Pero es demasiado pronto para plantearse este objetivo concreto”.

La misión de las hermanas de la Congregación de Santo Domingo en Ucrania

En Kiev se encuentra el centro 'Dim Ditey', la casa de los niños. Se trata de un centro extra escolar interreligioso, único en la diócesis y en Kiev, cuyo objetivo es, “prevenir” el problema de marginación social de “niños de la calle” por medio de la acogida en el centro, de la educación integral en la fe y valores cristianos y humanos, y actividades recreativas dirigidas.

En La Casa de los Niños, las dominicas acogen a los niños como centro de día, al salir de la escuela o el instituto para evitar que se queden en la calle: “Aprenden español, que es un idioma muy valorado ahora en Ucrania ya que hay muchos ucranianos que han emigrado a España, y tienen distintas actividades, como pintura, teatro, manualidades. Las actividades que impartimos dependen de los colaboradores que tenemos y de sus capacidades”, ha expresado Mariño.

Los niños registrados este curso, que concluye en junio, son de unos 200: “No pudimos acoger a más por falta de espacio. Otros han quedado en lista de espera, cuando alguno se retira vamos llamándolos y completando el cupo”.

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