La comisión creada por la Iglesia de Portugal estudiará los casos de abusos sexuales en su seno desde 1950
La comisión fue anunciada en noviembre y el propio episcopado portugués aseguró entonces que será independiente. Los trabajos se prolongarán durante un año
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La comisión creada por la Conferencia Episcopal Portuguesa para estudiar los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia analizará los casos ocurridos desde 1950, para tener una idea de cuántos son y de sus características, y remitirá a la Justicia los que no han prescrito.
El plan de acción de la comisión se ha presentado este lunes, 10 de enero, y se centrará en testimonios recogidos a través de una línea telefónica, una web y un email -con anonimato garantizado-, pero también en casos denunciados en la prensa y por instituciones sociales y médicas. También se consultarán los archivos de la propia Iglesia Católica en Portugal, para lo que será necesaria la colaboración de las diócesis.
El objetivo es "esclarecer lo mejor posible todo lo que pueda haber pasado en Portugal", señaló en rueda de prensa el coordinador de la comisión, el psiquiatra infantil Pedro Strecht, uno de los más reputados del país. Todos los casos identificados que todavía no hayan prescrito serán comunicados a las autoridades.
Otra de las integrantes, la socióloga Ana Nunes de Almeida, explicó que se intentará tener una "noción" de los casos ocurridos en las últimas siete décadas, aunque admitió que es "muy difícil" y que "los números dicen poco sobre los abusos" a menores. Por ello, también se estudiarán las características de cada caso para ver si existen perfiles de víctimas y agresores, lugares habituales o si los abusos se repiten, entre otras cuestiones.
Serán estudiados tanto los abusos cometidos por miembros de la Iglesia como por laicos implicados en actividades eclesiásticas. El trabajo de la comisión se desarrollará, en principio, durante un año y se plasmará en un estudio titulado 'Dar voz al silencio', financiado por la Conferencia Episcopal Portuguesa.
La comisión fue anunciada en noviembre y el propio episcopado portugués aseguró entonces que será independiente, idea en la que insistió este lunes su coordinador: "Total autonomía y total confianza", dijo el psicólogo.
En Portugal, donde más del 80% de la población se declara católica, nunca ha habido una investigación a gran escala de casos de abusos en la Iglesia y se desconoce el número de víctimas que puede haber en el país.
En 2019, antes de la Cumbre Antipederastia organizada por el Vaticano, la Iglesia de Portugal desveló que desde 2001 sólo había recibido diez denuncias de abuso sexual, que el propio presidente de la entidad consideró "poquísimas".