Los radicales hindúes no cesan en su ataque a los cristianos y detienen a dos monjas que esperaban el autobús
Junto a las monjas se encontraban un grupo de 50 cristianos evangélicos que estaban rezando en una casa cercana
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Dos monjas fueron detenidas durante horas en el estado indio de Uttar Pradesh, tras ser acusadas de practicar conversiones abusivas, algo prohibido en el país asiático. Las religiosas se encontraban en el momento de la detención esperando un autobús, cuando un grupo de radicales hindúes las arrastraron hasta la comisaría, donde se produjo la retención que se prolongó durante seis horas.
Junto a las monjas se encontraban un grupo de 50 cristianos evangélicos que estaban rezando en una casa cercana. Tras conocerse los hechos, el Padre Anand Mathew, de la 'Indian Missionary Society', cuenta que “el episodio tuvo lugar el domingo en el distrito de Mau, en la parte oriental de Uttar Pradesh. Una horda de extremistas atacó a un grupo de cristianos que estaban reunidos para los servicios dominicales. Era cerca del mediodía”.
El sacerdote añadía que las dos religiosas detenidas son la hermana Gracy Monteiro y la hermana Roshni Minj, de la congregación franciscana de las Ursulinas y que no formaban parte del grupo, “sino que esperaban un autobús en una parada cercana, para ir a Benarés. Aún así, fueron arrastradas hasta la comisaría policial. No las liberaron sino hasta las seis de la tarde, tras la presión ejercida desde la capital de Uttar Pradesh".
Sí quedaron arrestados el pastor Abraham Shakil, su esposa Pratibha y la pareja en cuya casa se celebraba el encuentro de oración. Los extremistas hindúes presentaron una denuncia contra ellos por "insultar a las deidades hindúes, al primer ministro y al jefe del gobierno de Uttar Pradesh".
El presidente del Global Council of Indian Christians, Sajan K George, comenta que “el hecho de que las monjas también hayan sido atacadas revela una nueva y desagradable evolución en la actual ola de persecución anticristiana. En el clima político actual de la India, el hecho de llevar un hábito de monja significa ser reconocido como objetivo o agente de conversiones por los vigilantes de la derecha”.
Asimismo, recuerdan que el pasado mes de marzo, también en Uttar Pradesh, forzaron a dos religiosas a bajarse de un tren. La nueva ley local contra las conversiones es una herramienta para cometer abusos políticos que apuntan a avivar los sentimientos de odio contra la pequeña comunidad cristiana con fines electorales, de cara a las elecciones locales del 2022.