Una pareja visitaba este lago de Asturias y lo que 'descubrieron' en el interior del agua les dejó impactados

Los dos turistas estaban tranquilos hasta que este valioso hallazgo les hizo perder los nervios

El tremendo susto que se llevaron dos turistas tras este hallazgo en el interior del lago

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El día transcurría con normalidad para Adrián y Manuela, quienes habían decidido veranear aquel año de la década de los noventa por Asturias y huir así del calor sofocante con el que suele deleitarnos cada canícula la ciudad de Toledo. Aquel día, habían decido visitar los lagos glaciares de Covadonga que componen el Parque Nacional de los Picos de Europa: Enol, Ercina y Bricial.

Un paraje natural con un paisaje inigualable, con el que todo visitante que ama el medio ambiente ama a primera vista. Lo que nadie hacía presagiar es que, en medio de tanta tranquilidad, se alterara la paz por parte de esta feliz pareja.

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El hallazgo que alteró su paz

Fue en el lago Enol, que esconde un detalle singular que, obviamente, desconocía este matrimonio. Y es que en el interior de sus aguas reposa una réplica de la Virgen de Covadonga, cuyo santuario y virgen original se encontraba en el municipio que lleva su nombre, a unos diez kilómetros de los lagos.

Una virgen que se estima se encuentra a unos ocho metros de profundidad, desde que fuese sumergida en el interior del lago a comienzos de la década de los años setenta. Pues bien, hasta las aguas de este lago se desplazaron Adrián y Manuela, que permanecían tranquilos, hasta que vislumbraron a varios metros un objeto rojizo (se trataba del manto de la santina) que les hizo alarmarse.

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No sabían muy bien lo que estaba ocurriendo, ya que las vistas no alcanzaban a visualizar de qué se trataba realmente. Incluso llegaron a compartir su inquietud con algún visitante que se encontraba junto a ellos, que tampoco daban respuesta.

Pensaron en llamar a la policía

“No llamamos a la policía por los pelos”, recuerda años después Manuela. “Es que veíamos que no se movía nada, que habia una especie de manto rojo. No se veía nada bien. Se escuchan en las noticias tantas cosas, que ya te asustas con cualquier cosa... yo le pedía a Adrián que teníamos que hacer algo...”, explica.

“Lo peor es que nuestro miedo se lo fuimos trasladando al resto”, recuerda con risas Manuela, quien también pedía que no nos burlásemos de ella ya que “en esa época no había Internet y nosotros fuimos sin informarnos de casi nada. Así nos pasó...”

Pronto quedó resuelto el enigma, ya que de repente llegó un visitante que con frecuencia viajaba a Asturias, y explicó que no había nada que temer, que se trataba de una réplica de la santina, como conocen a la Virgen de Covadonga: "Ahora nos reímos pero yo lo pasé muy mal un rato", evoca Manuela.

¿Por qué hay una réplica de la santina sumergida en el lago?

Como hemos comentado, permanece sumergida en el agua, a unos ocho metros de profundidad, desde la década de los setenta. Fueron los miembros del club de buceo Caña Pescamar quienes crearon esta copia de la Virgen con los restos submarinos de fusiles fundidos.

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Desde entonces, es tradición que cada ocho de septiembre, estos buceadores se sumerjan en el agua para sacar a flote a la santina. Un hecho que es simbólico para Asturias, ya que de esta manera se da inicio a la fiesta regional 'Nuestra Señora de Covadonga, la Santina'.

Una vez que los buceadores sacan a la Virgen a flote, se celebra una misa en un altar improvisado, junto al lago Enol, para que posteriormente el público asistente besen y toquen a su Virgen. Más tarde, vuelven a introducir a la santina bajo sus aguas.

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