La Universidad Carlos III cancela una misa: "Se ha puesto de lado"

La UC3M ha revocado el permiso a la asociación cristiana Totus Tuus a 24 horas del evento. Uno de sus miembros nos explica toda la historia

La Universidad Carlos III cancela una misa: "Se ha puesto de lado"

Pablo Valentín-Gamazo

Publicado el - Actualizado

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Es estudiante de la Universidad Carlos III de Madrid. Además, es cristiano. En su etapa universitaria buscó con quienes compartir su ser y su forma de vivir. Lo encontró junto con otros compañeros en una asociación que fundaron el pasado verano: Totus Tuus. Habían organizado hoy una misa en un aula de la universidad como inauguración del curso. Hoy iba a ser un día especial para ellos. O eso pensaban.

Habían solicitado los permisos a la universidad para utilizar el aula. La facultad les dio el visto bueno...en un primer momento. Con el "sí" de la administración, comenzaron a promocionar el evento. El obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, había aceptado su invitación para oficiar la Eucaristía. "Pedimos la autorización con 15 días de antelación y sin ocultar el fin para el que íbamos a usar el espacio. De hecho, en la solicitud se hacía mención expresa a que se iba a hacer una misa", explica.

Después, habían planeado un almuerzo para conocerse entre ellos en un ambiente distendido. Sin embargo, 24 horas antes de la celebración, José y otros miembros de la asociación recibieron un correo de la universidad. Ni misa ni aula para celebrarla. La Decana de la Facultad de Ciencias Sociales había revocado la autorización que les había dado.

Los jóvenes se preguntaron por los motivos de la cancelación con tan poco plazo de aviso. En ese documento, la universidad se remite a uno de sus artículos internos sobre el uso de los espacios. Este artículo establece la prohibición unilateral de cualquier acto que pueda comprometer daños en el dominio público o perjudicar la normal realización de las actividades de la universidad.

¿Cómo puede una misa causar esas consecuencias en la universidad?, pensaron los jóvenes. Más arriba, en el propio texto, se añade, sin embargo, que el Defensor Universitario ha sido conocedor de la "posibilidad de organización de protestas por la celebración". Los jóvenes de Totus Tuus eran conscientes de esta situación, por lo que la revocación les reconoce que pidieron a los servicios de seguridad su protección para poder tener la misa.

La Universidad expresaba que reconsideraba el permiso que ella misma había dado por tres razones: posibilidad de alteración del orden, los daños en los bienes de la universidad y la seguridad de las personas que fuesen a intervenir en el acto. El factor que une estas circunstancias son las "quejas" que había recibido el Defensor Universitario.

El miembro de Totus Tuus lo explica. "Parece ser que la semana pasada comenzaron otras asociaciones a sentirse molestas por algo que no terminamos de entender con esta actividad. Llegaron a emitir un comunicado en el que instaban a la universidad a que cancelase el acto".

Resolución del decanatdo de la UC3M para cancelar la celebración de la misa

Resolución del decanatdo de la UC3M para cancelar la celebración de la misa

"No se puede consentir una misa en una universidad pública"

Religión COPE ha tenido acceso a ese manifiesto a la comunidad universitaria, redactado y sellado por la asociación Margarita Nelken. En ese texto, expresan, en primer lugar, su visión de la universidad como "lugar de producción y difusión de conocimientos y ciencia, no de fe". Además, consideran a la universidad como un "espacio democrático". Sobre esa base, sostienen que "dado que laicismo es igualdad e igualdad es democracia", "no pueden consentir que se lleven a cabo prácticas religiosas en una universidad pública".

Por último, instaban a los jóvenes de Totus Tuus "a cancelar el acto", apelando al "ejercicio de su responsabilidad ética con la comunidad universitaria". A la universidad le solicitaban también que "evite el uso de instalaciones para la realización de sacramentos o ritos de índole religiosa".

Según él, esta no ha sido la única muestra de rechazo de su actividad. Este manifiesto fue una de las razones por las que pidieron amparo a la universidad que, de hecho, los escuchó...al principio. "Éramos conscientes de que esto existía. Paralelamente, en otro tipo de foros, había amenaza real detrás de esta forma de boicotear este acto. Conscientes de esto, pedimos seguridad a la universidad, que el personal de la facultad se dispusiera en el aula en ese día y a esa hora. La universidad contactó con nosotros para tranquilizarnos al respecto de la celebración de este acto", señala.

Sin embargo, la conclusión era la misma: no ha habido misa. Ellos consideraban que habían preparado el acto correctamente de cara a la universidad. "Pensábamos de verdad que se iba a celebrar el acto: un acto de una asociación lícita con el apoyo de la universidad".

Manifiesto de la Asociación Nelken de la UC3M

Manifiesto de la Asociación Nelken de la UC3M

"Si hay amenazas de algunas asociaciones, la universidad se pone de lado"

El joven madrileño se ha mostrado preocupado, más que por la situación de hoy, por el precedente que se puede sentar en la universidad. "Parece ser que, ante una actividad programada, si a determinadas asociaciones de un corte de izquierdas radical no les apetece, o no consideran oportuno, que se realicen dichas actividades, bastará con amenazar con boicotear el acto y manifestar su descontento a la universidad para que esta se ponga de lado y retire la autorización, en lugar de velar por el cumplimiento de las actividades programadas".

La resolución por la que les cancelaron la misa era irrevocable y no recibieron de la universidad más explicaciones que ese texto. Esto supone un contrasentido para él. "Se supone que el temor es a que estas otras asociaciones puedan alterar la vida de la universidad yendo a violentar el acto. No parece motivo suficiente para cancelarlo, cuando la universidad debería cerciorarse de proteger las actividades que ella misma ha autorizado. Es una cuestión de lógica".

Tampoco comparte los argumentos que ha dado la facultad por la parte que le toca. Su pregunta es: "¿Cómo puede dañar una misa a la universidad?". "La misa no es peligrosa en sí misma. No daña las instalaciones ni a los demás estudiantes, ni el desarrollo del resto de las actividades", afirma. Por lo tanto, creee que el peligro está en la reacción de otros colectivos y que por eso, "por ese temor, entendemos que la universidad ha sido poco valiente, ha decidido lavarse las manos y anular la misa".

Su pretensión como asociación, dice José, es ofrecer un espacio para la formación de los universitarios católicos que, asegura, "no son pocos". También quieren ser un lugar de encuentro, discusión, debate y exposición cristiano en un ambiente plural. No descarta que se intente organizar otra Eucaristía, pero lo que sí subraya es que "actividades vamos a hacer más".

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