¿Cómo se vive la Semana Santa dentro de un convento de clausura?
Este tiempo de Semana Santa se vive de muchas maneras, pero hay una que desconocemos, y es la que encontramos en un convento de clausura
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cuando nos acercamos al Monasterio cisterciense de Santa María de las Escalonias, ubicado en el término municipal de Hornachuelos en la provincia de Córdoba, al sur de España, encontramos un paraje de naturaleza, rodeado de árboles y con el cantar de los pájaros que nos dan la bienvenida. En el exterior el silencio es roto por la naturaleza, y una vez que cruzamos su puerta principal, el recogimiento, el ayuno, la penitencia y la meditación se adentra en nuestra vida.
Aquellos que sienten la llamada de Dios, son capaces de escapar del día a día de nuestra civilización, esa que nos distrae y nos hace olvidar las cosas que realmente nos aporta en la vida, y que no todo lo material es lo importante.
Javier López de Luna, nos recibe para contarnos cómo fue su llamada, y por qué decidió ingresar y convertirse en postulante en la Orden cisterciense de la estrecha observancia en las Escalonias de Córdoba, para más tarde tomar el hábito cisterciense y convertirse en novicio. Después pasará a ser profeso temporal, luego a profeso solemne y finalmente la ordenación sacerdotal. En todo este proceso habrán transcurrido nueve años.
La Cuaresma es tiempo de encontrarnos con Dios, de atravesar el desierto y meditar, algo que dentro de un convento como este, se practica cada día. López de Luna nos ha contado en COPE cómo viven tanto la Cuaresma como la propia Semana Santa, dentro de este convento de clausura.
Dentro de los conventos de clausura la austeridad y el recogimiento ayuda a la meditación y al encuentro de nosostros mismos con Dios.