Krajewski vive un día difícil de olvidar en Ischia: "El dolor no se puede quitar pero sí soportar juntos"

Konrad Krajewski, Limosnero Pontificio, ha visitado la isla de Ischia donde perdieron la vida doce personas a causa de un desprendimiento de tierra. Este jueves, el cardenal polaco ha escuchado el dolor de quienes han perdido a sus seres queridos, especialmente a sus nietos: “El dolor no se puede quitar, pero se puede soportar juntos […] hacer esta visita tiene un significado especial. En los rostros de abuelas, tías y mujeres, volví a ver el calvario de María que perdió a su hijo, que le acompañó hasta su último aliento”.

El pasado 26 de noviembre un río de tierra y barro descendió del monte Epomeo y familias enteras perdieron la vida: una oración, el rosario donado por el Papa y la bendición del cardenal fueron los momentos más destacados de una visita discreta, pero llena de cercanía de la Iglesia y del Papa Francisco.

La oración de Krajewski ante el ataúd blanco del bebé Giovangiuseppe

Otro momento muy conmovedor fue la visita a la Iglesia de la Annunziata, en Lacco Ameno, donde se conservan los cuerpos de los fallecidos. Krajewski ha rezado ante el ataúd blanco de la víctima más pequeña de esta catástrofe: Giovangiuseppe tenía solamente 22 días y nació el pasado 4 de noviembre.

El desprendimiento de tierras se lo llevó junto con sus padre, Maurizio y Giovanna. Este jueves se celebraron los funerales de los novios Eleonora y Salvatore: "Mucha gente me pregunta qué hay después de la muerte – ha dicho el Limosnero - si se encontrarán con sus familiares, yo respondo que no sé los tiempos, pero hay que creer en la Resurrección. Aquí mucha gente cree, confía en Dios, es algo hermoso y desde el tesoro de la fe, estoy convencido, se puede volver a empezar".