Los secretos de la única farmacia del Estado vaticano: productos, precios y los medicamentos más vendidos
La botica lleva en funcionamiento desde el año 1874, y gestionada por la 'Orden Hospitalaria de San Juan de Dios'
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¿Sabías que el Vaticano cuenta tan solo con una farmacia, pero que a su vez es la más visitada del mundo con más de dos mil clientes diarios? Junto al establecimiento, que se ubica en el Sabías que el Vaticano cuenta tan solo con una farmacia, se encuentra también el Servicio de Salud Vaticano, creado en 1958 por el Papa Pío XII. El motivo.
Cuenta con una plantilla de unos cincuenta empleados debido a la gran carga de trabajo que sostienen. Está gestionado desde el año 1874 por la 'Orden Hospitalaria de San Juan de Dios', bajo el Pontificado del Papa Pío IX.
Su nacimiento tuvo lugar en un momento en el que Italia estaba inmerso en una disputa por delimitar el poder terrenal del Papa. En 1849 los Estados Pontificios pasaron a depender de la República Romana y fue necesario una intervención franco-española para restablecer las competencias de Pío IX. Una década después, tras la marcha de los austríacos de territorio italiano, se decidió que los Estados Pontificios se incorporarían al Reino de Italia y la Santa Sede se limitaría a Roma y su entorno.
En este contexto, el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Giacomo Antonelli, se dirigió a los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, que dirigía la farmacia del hospital San Giovanni di Dio de Roma, solicitándole que se encargara del suministro de medicinas al Vaticano, ya que ni el Papa ni los cardenales aceptaban salir del recinto.
En un primer momento, el funcionamiento de la farmacia era en horario nocturno hasta que, en 1917, con la firma de los Pactos de Letrán, la situación cambió. Y es que el Papa y la Curia ya podían moverse con mayor libertad e incluso salir de sus pequeñas fronteras, así que se trasladó la sede de la farmacia a un lugar de mayor accesibilidad pública.
El lugar elegido, la Porta Santa’Anna, donde el establecimiento alcanzó una gran popularidad, pues la clientela se hizo más extensa, y no restringida a los sacerdotes. Esta popularidad hizo que, tan solo dos años más tarde, se trasladase nuevamente, esta vez a la Plaza Belvedere, donde se encuentra actualmente, justo delante del supermercado vaticano.
Además de los medicamentos, la farmacia vaticana también dispensa ungüentos, colutorios, lociones, tinturas, jabones y similares de fabricación propia, todos ellos a precios entre un 12 y un 25% más baratos que en otras boticas italianas. Únicamente están vetados aquellos artículos que sean contrarios a la moral católica. En 2019, la farmacia fue ampliada ante la creciente demanda, habilitándose incluso un departamento de cosmética y productos naturales.
El remedio más solicitado es 'Hamolind', un calmante para las hemorroides que no está disponible en Italia, mientras que el fármaco más recetado es el 'Valium'.