El nuevo director del departamento de Recursos Humanos del Vaticano, Luis Herrera, también trabajó en COPE

Este área de la Santa Sede planificará la selección del personal "garantizando que cada entidad cuente con la profesionalidad necesaria en un sistema económicamente sostenible"

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Redacción Religión

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El español Luis Herrera Tejedor, será el primer director del área de Recursos Humanos del Vaticano. Así lo comunicó este 5 de septiembre la Santa Sede. Esta nueva oficina, se ha puesto en marcha después de que, el pasado 5 de junio, entrara en vigor la Constitución Apostólica ‘Praedicate Evangelium’, traslada la gestión del personal de la Santa Sede de la Secretaría de Estado a la Secretaría de Economía.

Adjunto a la dirección de Recursos Humanos en COPE

Luis Herrera Tejedor se ha formado en el IE Business School. Fue director de Recursos Humanos de la filial española de Yves Saint Laurent (1990-1991) y del grupo de distribución Logista (2004-2007). Entre 2017 y 2021, fue director del personal del banco español Inversis. Desde que dejó el instituto financiero, ofrece sus servicios como coach, especialmente a pymes y empresas de nueva creación.

En el área de medios de comunicación, una de sus primeras experiencias profesionales fue en la COPE, donde estuvo de 1987 hasta 1990, donde fue adjunto al director de Recursos Humanos.

Las oficinas de este nuevo departamento —con el que el Papa confirma su voluntad de profesionalizar la base de operaciones de la Iglesia— se ubicarán dentro de la Secretaría de Economía que se ocupa de la supervisión de los balances y los presupuestos, así como del control contable. En total en la Santa Sede trabajan cerca de 3.000 empleados, y con la reforma de la curia y la aprobación de la nueva Constitución Apostólica, se han definido los perfiles profesionales con base en las necesidades de los organismos de la Santa Sede para mejorar su eficacia y diligencia.

Recordamos las claves de la Constitución Apostólica

1. La más significativa es la unificación del Dicasterio para la Evangelización de la antigua Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización: los dos responsables de los dicasterios se convierten en proprefectos, ya que la prefectura de este nuevo dicasterio está reservada al Papa. De hecho, la constitución dice: "El Dicasterio para la Evangelización está presidido directamente por el Romano Pontífice".

2. La Limosnería Apostólica, dirigida por el limosnero pontificio, cardenal Konrad Krajewski, se convierte en el nuevo Dicasterio para el Servicio de la Caridad. De este modo asume un papel más significativo en la Curia, para seguir siendo "una expresión especial de la misericordia y, a partir de la opción por los pobres, los vulnerables y los excluidos, ejerce en cualquier parte del mundo la obra de asistencia y ayuda hacia ellos en nombre del Romano Pontífice, que en los casos de particular indigencia u otra necesidad, dispone personalmente las ayudas que se han de asignar".

3.La Comisión para la Protección de Menores pasa a formar parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, continuando con sus propias normas y teniendo su propio presidente y secretario.

4. La Curia Romana tendrá 16 Dicasterios: para la Evangelización, la Doctrina de la Fe, el Servicio de la Caridad, las Iglesias Orientales, el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, las Causas de los Santos, los Obispos, el Clero, los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, los Laicos, la Familia y la Vida, la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Diálogo Interreligioso, la Cultura y la Educación, la Promoción del Desarrollo Humano Integral, los Textos Legislativos y para la Comunicación. La Constitución Apostólica presenta, en este orden, los Dicasterios de la Evangelización, de la Doctrina de la Fe y del Servicio de la Caridad.

5. Las Prelaturas personales ya no dependen del Dicasterio para los Obispos sino del Dicasterio para el Clero.

7. La Curia Romana está al servicio del Papa y de los Obispos, por eso, se exige a los miembros “integridad personal y profesionalidad”. “Es necesario prestar una cuidadosa atención a la selección y formación del personal, así como a la organización del trabajo y al crecimiento personal y profesional de cada uno”.

8. Los clérigos y religiosos en servicio en la Curia Romana tendrán un mandato de cinco años y puede ser renovado por un segundo período de cinco años. Al final, volverán a sus diócesis y comunidades de referencia: "Por regla general, después de cinco años, los funcionarios clericales y los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica que han servido en las Instituciones y Oficinas Curiales vuelven a la atención pastoral en su diócesis/parroquia, o en los Institutos o Sociedades a los que pertenecen. Si los Superiores de la Curia Romana lo consideran oportuno, el servicio podrá ser prorrogado por un nuevo período de cinco años".

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