Presentado el libro "Testigos del Resucitado"

Agencia SIC

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Esta mañana del lunes 1 de febrero se ha presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el libro "Testigos del Resucitado", las actas del curso anual de formación para los nuevos obispos, editado por la Liberia Editora Vaticana (LEV) y a cargo de la Congregación para los Obispos. Han intervenido el cardenal Marc Ouellet, P.S.S., Prefecto de dicha Congregación ; el arzobispo Ilson de Jesus Montanari, secretario de la misma y el arzobispo Francesco Cacucci, de Bari-Bitonto (Italia) relator del curso.

"Esta experiencia -ha dicho el cardenal Marc Ouellet- comienza desde lejos. De hecho, los sínodos celebrados en las últimas décadas han demostrado que la formación es una necesidad para todos aquellos que son parte de la Iglesia: laicos, sacerdotes, religiosos y hasta obispos… A la luz de estas declaraciones -ha continuado-, la Congregación para los Obispos, después de un atento discernimiento, dio inicio a la experiencia del curso de formación para los nuevos obispos. El primer evento, coordinado por el entonces Prefecto, el cardenal Giovanni Battista Re, se llevó a cabo entre finales de junio y principios de julio de 2001. El próximo, por consiguiente, será la XVI edición. Obispos de todo el mundo viajan a Roma por esta iniciativa, bajo el patrocinio de la Congregación para los Obispos, en colaboración con la Congregación para las Iglesias Orientales y, ocasionalmente, con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos".

"Esto significa -ha añadido- que más de 1500 obispos han sido iniciados en su misión pastoral a través de esta experiencia de 8 -9 días de convivencia, intercambio fraterno, conferencias, debates y, sobre todo encuentro con el Santo Padre y representantes de la Curia Romana, y del episcopado mundial. El contenido compartido en este ámbito formativo se publica en este libro y se pone a disposición del público, para recibir eventualmente comentarios y sugerencias útiles para mejorar la experiencia".

Por su parte, el arzobispo Francesco Cacucci ha explicado cómo "en un momento de hiper-activismo y fragmentación, el obispo está llamado, hoy más que nunca, a ser el hombre de la síntesis y a ayudar a "hermanos y amigos" sacerdotes a buscar lo esencial… El Congreso eclesial italiani celebrado en Florencia el pasado noviembre -ha continuado-, recibió del Santo Padre un estímulo para vivir una "colegialidad" eficaz. Caminar juntos (sínodo) con los sacerdotes, los consagrados, y laicos, es una fatiga, pero es la expresión del amor y la comunión en la Iglesia. Se puede decir con San Agustín que "cuando se ama, incluso la fatiga es amada". Así que para ser "testigo del Resucitado" el obispo está llamado a ser un hombre de oración, especialmente de oración de intercesión".

Asimismo el arzobispo Ilson de Jesus Montanari ha añadido que durante estos dieciséis años el número de obispos participantes siempre ha sido superior a 100, y ha explicado cómo después de las primeras reuniones, la Congregación para las Iglesias Orientales se ha unido a la experiencia enviando por su parte más obispos. "Esta presencia -ha finalizado- nos ha permitido adquirir un mejor conocimiento de la situación de estas iglesias a menudo en problemas y en situaciones minoritarias, para reforzar con ellas las relaciones fraternas".