La Santa Sede reitera que "la corrupción es un peligro real para la paz y la seguridad"
En el 28º Foro Económico y Medioambiental de la OSCE, centrado en el tema de la corrupción, la Santa Sede invita a reconocer la existencia de esta plaga para poder combatirla
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La lucha contra la corrupción es el tema principal de la intervención de la Santa Sede en la reunión final del 28º Foro Económico y Medioambiental de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), en programa hasta mañana en Praga.
La declaración, entregada hoy por el Arzobispo Charles Balvo, Nuncio Apostólico en la República Checa y jefe de la delegación del Vaticano, reitera que "la corrupción es un peligro real para la paz y la seguridad". También es motivo de especial preocupación el hecho de que "la enorme cantidad de fondos desbloqueados para la lucha contra la pandemia de Covid-19 haya ya atraído a la actividad delictiva", con el riesgo de que "los que más necesitan apoyo financiero se queden sin la ayuda necesaria". "Debemos ser honestos - afirma la Santa Sede - y reconocer que la corrupción se registra, en distintos grados, en cada uno de los Estados que participan en la OSCE", porque sólo reconociendo la existencia de este plaga "podremos combatirlo".
Soluciones innovadoras por el bien común
De ahí la invitación a encontrar "soluciones nuevas e innovadoras", en el contexto actual de la pandemia, es decir, soluciones que "no sean divisorias, politizadas o parciales, sino que busquen verdaderamente el bien común y el desarrollo humano integral de todos". En esta perspectiva, la Santa Sede recuerda que el 1” de junio, el Papa Francisco 2020 promulgó un Motu proprio sobre la transparencia, el control y la competencia en los procedimientos de adjudicación de contratos públicos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, con el objetivo de "reducir considerablemente el peligro de corrupción de quienes están llamados a gobernar y administrar los órganos del Vaticano".
Esta decisión del Pontífice, según el texto del Arzobispo Balvo, "porta al corazón del flagelo de la corrupción, es decir, al hecho de que "cuando los funcionarios civiles roban o se apropian indebidamente de los fondos públicos", todo esto "afecta a toda la comunidad a la que sirven".
Cultura y educación contra la corrupción
Si, de hecho, la gestión de los "asuntos públicos" carece de "transparencia y responsabilidad" - continúa la delegación de la Santa Sede - el progreso económico sólido y duradero y la seguridad se ven comprometidos", o incluso "completamente frustrados". El arzobispo Balvo exhorta a luchar contra la corrupción también con "cultura, educación, formación, participación de los ciudadanos", porque "las leyes son necesarias, pero no suficientes".
Lo que se necesita, concluye, es "actuar con valentía para sacudir las conciencias", para que pasen "de la indiferencia generalizada a la percepción de la gravedad de estos fenómenos, para combatirlos".