Las aportaciones de los jóvenes a la Iglesia en el Sínodo: Radicalidad, fidelidad y testimonio
Cristina Cons es autónoma y se dedica a evangelizar. Participó en el pre-Sínodo en España. Considera que los jóvenes pueden aportar y mucho en este Sínodo.
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Cristina Cons tiene 24 años. Es gallega. Es pedagoga y coach familiar. Con dos másteres y la carrera de Pedagogía, trabaja de autónoma. Por si fuera poco, ese no es el único salto de fe que ha dado en su vida. Se dedica a dar talleres sobre educación afectivo-sexual y...a evangelizar en la diócesis de Santiago. Su profesión es su vocación. Lo tiene claro. Ha renunciado a lo que ella llama "una vida estable", ya que le ofrecieron puestos en varios colegios.
La evangelización en la que invierte sus fuerzas le llevó a formar parte del equipo del pre-Sínodo de los obispos sobre los jóvenes del pasado mes de marzo. Ahora que el Sínodo ha comenzado en Roma, comparte sus impresiones como joven y como quien se siente destinado a anunciar el Evangelio. Hay muchas preguntas detrás de este cónclave que preside el Papa Francisco. ¿Por qué se ha convocado? ¿Los jóvenes preocupan a la Iglesia? ¿Quiere la Iglesia decirles algo? ¿Y los jóvenes a la Iglesia?
Cristina considera, como dijo el Papa, que "ahora mismo, la Iglesia con el Sínodo, más que decirle a los jóvenes, está buscando escucharlos". Eso le parece un acierto, y recuerda una frase de San Benito que le dieron en el pre-Sínodo. Esa cita decía que la Iglesia tenía que escuchar a los jóvenes porque el Espíritu Santo habla a través de ellos.
Echa de menos la sencillez en la Iglesia. Se explica. Cristina afirma que el mensaje que hay que pelear por transmitir es el del Evangelio por encima de todo lo demás. "A mí me ha salvado la vida Jesús. Él ha sido quien me ha dado la vida. En definitiva es que Jesús, que es Dios, ha muerto por ti y te ama", subraya.
Como joven, agradece a la Iglesia la oferta de sitios a los que ir a buscar a ese Jesús que salva. Igualmente, reconoce que a los jóvenes puede parecerles difícil en ocasiones encontrar con quienes compartir eso. "Si eres de un Movimiento o congregaciones, sí que es fácil encontrarlas, pero las personas con vocación diocesana, a veces sentimos esa dificultad para encontrar una comunidad para vivir la fe". ¿Por qué eso, encontrar con quien vivir la fe es tan importante? "Porque es un espacio donde la gente te conoce, sabe quién eres, te quiere y se preocupa por ti".
A partir de ahí, pide a la Iglesia que se siga esmerando en cuidar las vocaciones. Cristina llama la atención también a los cristianos sobre eso. "Tenemos que darnos cuenta del valor de todas las vocaciones y cuidarlas a todas. La vocación más básica es la de ser cristiano, que no es poco". La clave, insiste Cristina, es transmitir: "Si no evangelizamos, no hay cristianos y, si no los hay, no hay familias y no hay sacerdotes ni vocaciones a la vida consagrada".
Las aportaciones de los jóvenes a la Iglesia en el Sínodo: radicalidad, fidelidad y testimonio
Y en esa misión que tiene la Iglesia de anunciar el Evangelio, algo tendrán que ver los jóvenes. Así lo piensa Cristina. Si no, la Iglesia no habría convocado un Sínodo. Algo que ver...y algo que aportar. Cristina trabaja en evangelización, afectividad y sexualidad con jóvenes, familias y colegios. Desde esa experiencia, lo primero que valora es la radicalidad y lo que ella llama la "temeridad". "La persona joven, enseguida que ve algo, va a por ello. Eso hay que potenciarlo. Es una aportación muy grande. El adulto quizás tiene una tendencia más a conservar y el joven se suele encontrar con una frase: "siempre se ha hecho así"".
También es realista. Reconoce que en esa tarea "algún tropiezo vamos a tener". Sin embargo, añade que "esa radicalidad de querer vivirlo todo a lo máximo es una de las grandes aportaciones que podemos hacer. Eso incluye el Evangelio".
La fidelidad a Jesús es algo que ve en los jóvenes. Y no solo ella. Cuando algún adulto les acompaña en sus actividades, cuenta que se sorprenden. Una vez uno le dijo: "¡Cuánto rezáis!" Ella explica esa reacción desde lo que el joven vive. "En el fondo, nosotros estamos manteniendo una relación con Jesús y necesitamos hablar con Él. Esa fidelidad es muy propia de los jóvenes. Cuando vivimos nuestra relación con Jesús, lo hacemos en verdad".
Para llegar a otros jóvenes da un valor muy importante al testimonio personal. En definitiva, si un joven es cristiano es por algo. "Creo que es nuestro testimonio personal lo que nos hace poder acercarnos a nuestros iguales para mostrarles que, en nuestra circunstancia, Jesús ha actuado en nuestra vida y que puede hacerlo en la suya". Junto al testimonio van los actos, dice Cristina. Aunque no se convierta a la primera a alguien, se consigue algo con "solo interpelar" para que la otra persona pueda buscar y encontrar.