El director editorial del Vaticano valora la carta publicada por Benedicto XVI: "Pide sinceramente perdón"

Andrea Tornielli considera que el Papa Emérito pide perdón con sinceridad en la misiva, "e invita a toda la Iglesia a sentir como propia la herida sangrante de los abusos"

El director editorial del Vaticano valora la carta publicada por Benedicto XVI: "Pide sinceramente perdón"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El director editorial del Vaticano, Andrea Tornielli, ha asegurado que la carta publicada por Benedicto XVI este martes, 8 de febrero, en la que pide perdón a todas las víctimas de abusos, es la de un “anciano desvalido que pide “sinceramente perdón”.

"Las palabras de Benedicto XVI en la carta son las palabras de un anciano desvalido, que intuye que se acerca el encuentro con el Dios cuyo nombre es misericordia", ha expresado Tornielli en un artículo publicado en la página web del Vaticano.

"Son las palabras de un 'humilde trabajador de la viña del Señor', que pide sinceramente perdón sin escapar a la concreción de los problemas e invita a toda la Iglesia a sentir como propia la herida sangrante de los abusos", ha agregado el director editorial del Vaticano.

Así se ha referido a la parte en la que Benedicto XVI dice haber mirado a los ojos "las consecuencias de una grandísima culpa" durante las reuniones que ha tenido con víctimas de abusos. "Nosotros mismos somos arrastrados a esta grandísima culpa cuando la descuidamos o cuando no la afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como demasiadas veces ha sucedido y sucede", añade.

En la publicación, Benedicto XVI manifestaba su "gran dolor" y "sincera petición de perdón" por todos los abusos y errores, incluidos los que se produjeron durante su mandato durante sus cinco años como arzobispo de Múnich, 23 como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y casi ocho como Papa.

"Escribe, sin retirarse, que él mismo se siente interpelado por la actitud de los que todavía hoy subestiman el fenómeno, es decir, los que duermen, como los apóstoles durmieron en el Monte de los Olivos, dejando a Jesús solo para orar y sudar sangre ante el abismo del pecado", ha señalado el director editorial del Vaticano, Andrea Tornielli.

Profunda vergüenza

Benedicto XVI expresa en la carta todo su dolor por las víctimas de abusos: “En todos mis encuentros con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, especialmente durante mis numerosos viajes apostólicos, he percibido en sus ojos las consecuencias de una grandísima culpa y he aprendido a entender que nosotros mismos caemos dentro de esta grandísima culpa cuando la descuidamos o cuando no la afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como ha sucedido y sucede demasiadas veces".

“Como en aquellos encuentros, hoy nuevamente puedo sólo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. Ya que he tenido importantes responsabilidades en la Iglesia Católica, mayor es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi misión en los respectivos lugares. Cada caso de abuso sexual es terrible e irreparable. Me siento consternado por cada uno de ellos en particular, y a las víctimas de esos abusos quisiera hacerles llegar mi más profunda compasión", expresa el Papa Emérito.

Ratzinger concluye su carta con estas palabras: "Pronto me encontraré ante el juez supremo de mi vida. Aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo cuando miro hacia atrás en mi larga vida, me siento sin embargo feliz porque confío firmemente en que el Señor no sólo es el juez justo, sino al mismo tiempo el amigo y el hermano que ya ha sufrido él mismo mis desperfectos y es, por tanto, como juez, al mismo tiempo mi abogado (Paráclito). En vista de la hora del juicio, la gracia de ser cristiano se hace evidente para mí. Ser cristiano me da el conocimiento, además, de la amistad con el juez de mi vida y me permite cruzar con confianza la oscura puerta de la muerte".