Luis Marín de San Martín revela las recetas de Benedicto XVI para alcanzar la sinodalidad en la Iglesia

El agustino ha mostrado en TRECE su tristeza pero también su satisfacción por la explosión de eclesialidad que se ha vivido estos días en Roma

Redacción Religión

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El sacerdote agustino y uno de los subsecretarios del Sínodo de los Obispos, Luis Marín de San Martín, ha mostrado en TRECE su tristeza pero también su satisfacción “por la explosión de eclesialidad” que se ha vivido estos días en Roma tras el fallecimiento de Benedicto XVI.

“Roma está llena de gente, una parte son turistas pero muchisimos son peregrinos que vienen a rendir homenaje a este gran Papa y vivir este acontecimiento de unidad eclesial”, ha indicado.

La relación que mantuvo Marín de San Martín con Benedicto XVI se remonta al año 2008, cuando el agustino llegó a Roma para prestar su servicio a la curia. No obstante, sus primeros recuerdos de Ratzinger pertenecen a los años noventa, en su etapa como padre estudiante: “Me cruzaba con él, que venía de su residencia a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Iba con su boina negra, un abrigo negro y un hombre muy amable. Siempre se paraba a saludar”, ha expresado.

Ya durante su Pontificado, Luis Marín de San Martín pudo comprobar cómo Benedicto XVI se convirtió en su mayor referencia como profesor de Teología porque “era muy claro, preciso y creativo”, elementos que hacen que el religioso haya recordado en TRECE aquella etapa como “una etapa bonita de ver al teólogo y al pastor, al hombre que pone la Teología al servicio de la pastoral”, ha subrayado.

A juicio del subsecretario del Sínodo de los Obispos, las claves del Pontificado de Benedicto XVI fueron la centralidad de Cristo que se refleja en su Teología, por el que “la respuesta a todos nuestros interrogantes es Cristo”, en segundo lugar “el amor a la Iglesia entendida como comunión” y, finalmente, “la apertura al Pueblo de Dios, a la pastoral, al encuentro con los distintos sectores y grupos que quizás no pensamos que fuera posible en Ratzinger pero que se ve claro en sus encuentros con jóvenes, grupos de otras religiones....”

Ratzinger y sus claves para lograr la sinodalidad en la Iglesia

Ahora que la Iglesia está inmersa en la preparación del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, Marín de San Martín considera que la actitud de Benedicto XVI reflejaba en sus escritos y gestos ese sentido de la unidad eclesial: “Nos decía que había que volver a la Iglesia de los padres primitivos, no había que inventar una Iglesia nueva, sino ir a la coherencia. Encontramos esa unidad en Cristo, y esto nos lleva a participar a su vez en la Iglesia”.

Al hilo de esta idea, ha recalcado que Joseph Ratzinger recogía que la Iglesia “es un organismo vivo que se renueve, pero permaneciendo idéntica así misma”.

"Un gran Papa y un maestro de la fe"

Preguntado por cómo cree el agustino religioso que Benedicto XVI será recordado en la historia, ha destacado que “como un gran Papa y un maestro de la fe”. En este sentido, ha definido al Santo Padre alemán como “un hombre humilde, una figura que ama a la Iglesia profundamente y un valiente tal y como se refleja en la renuncia y en toda su vida”, ha precisado.

Para concluir, ha invitado a la sociedad a leer los escritos de Ratzinger: “Es una mina preciosa porque escribe muy bien, con profundidad y como un hombre de fe que contagia su entusiasmo”, ha subrayado.

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