Rouco Varela sobre Benedicto XVI: "Un pontificado de gran riqueza intelectual, cultural y espiritual"
Asegura que "Ratzinger era, sobre todo, un amigo que está tu lado, que te aconseja bien, que no te deja en la estacada, coincides punto de vista de la vida de la Iglesia"
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"Su pontificado ha sido de gran riqueza intelectual, cultural y espiritual" y es evidente "su constante búsqueda de la claridad de la fe en un mundo culturalmente complicado". Así lo ha explicado el cardenal en una entrevista con nuestro compañero de COPE Israel Remuiñán.
Para el purpurado, Ratzinger era sobre todo, "un amigo que está tu lado, que te aconseja bien, que no te deja en la estacada, coincides punto de vista de la vida de la Iglesia, o él coincide con el que coincides, diagnóstico de la situación de la Iglesia, coincides a la hora de abordar los problemas y los retos ante los cuales se encuentra la iglesia en este momento de su historia, y con el que compartes, por lo tanto, convicciones profundas, responsabilidades, antes de ser Papa pues comunes, puede ser Papa, no comunes, en el sentido de que las suyas eran de una cualidad esencialmente distinta, de la que se tiene cuando Expo diócesis, o colaborador del Papa en la Santa Sede, como era él”.
Haciendo memoria, Rouco Varela "no recuerda" el primer encuentro, pero sí me que ya le había hecho mucho bien a través de sus libros. "Yo desde que leí los apuntes de teología fundamental de Munich y resultaron tan fascinantes, tan brillantes, porque el problema, uno de los grandes problemas de la Iglesia, bueno, del católico, del cristiano, del ciudadano culto”.
Su infancia en Baviera
Joseph Ratzinger “era un niño que nació en una aldea bávara en los Alpes, impregnada de catolicismo, impregnada de amor a la Virgen. En casi todas las ciudades de Baviera hay una plaza, la plaza central, la plaza central siempre está colocado en la columna de la Virgen. Eso fue lo que él mamó en su casa, en su pueblo, en su zona".
También la Guerra Mundial tuvo mucho que ver en la personalidad de Ratzinger a lo largo de su vida: “Pero no solo en su caso, sino de toda Alemania, sobre todo de la Alemania que no hizo el nacionalsocialismo, que lo sufrió, que lo padeció, que lo toleró, que a lo mejor fue un poco cobarde ante el fenómeno, pero que no lo vivió”. A veces, explica Rouco, “se ignora, o no se tiene en cuenta que en los campos de concentración nazis, también hubo muchos sacerdotes católicos polacos y alemanes, miles, y muchos muchos y muchos alemanes que fueron perseguidos, tanto católicos como protestantes, también socialistas”.
Por eso, a la hora de vivirla, personas como Ratzinger, “un joven seminarista que quiso y quería ser sacerdote antes en la guerra, que estuvo en el seminario menor. Él cuenta muy entrañablemente lo que suponía ser un niño de doce años y vivir en el seminario menor, en Traunstein, que es un pueblo bellísimo en los Alpes Bávaros y allí estaba el seminario menor de la diócesis de Munich. Cuando iban desde el seminario al instituto donde estudiaba por la calle, como le silbaba la gente y los niños al grupito de seminaristas, de todo, un ejercicio de valentía diaria”.
La elección como Papa
"El Espíritu Santo habla al interior de los cardenales, no aparece allí con un micrófono", explica el cardenal en la entrevista. Por eso, la prensa en esto de los cónclaves, "se equivoca siempre, porque no se enteran de lo qué es, de lo que lo que se hace, no se enteran. Hay que tener bastante fe para darse cuenta de lo que pasa". Por otro lado, explica que "es verdad que somos hombres los que hacemos el cónclave, los que hicieron toda la vida y los que lo harán en el futuro. Pero no es un acontecimiento que se pueda, diríamos entender a base de parámetros o de criterios que tienen que ver y que salen y que nacen de lo que podría llamarse la experiencia política".
Su renuncia
"Estaba en el coche yendo para la sierra y me llama Martínez Camino, el secretario general de la Conferencia Episcopal y me dice que ha habido una noticia de agencia de prensa diciendo que había renunciado Benedicto XVI. Yo le dije que no hicera caso, no me lo podía imaginar ciertamente".
El cardenal Rouco explica en la entrevista lo que sintió cuando se confrimó esa llamada: "Fue una sorpresa enorme y bueno ya convocamos una rueda de prensa por la tarde, donde traté de explicar, primero que es posible desde punto de vista de la fe y su expresión en el ordenamiento canónico que el Papa renuncie, solo se siguen dos condiciones para que la renuncia sea válida: que lo haga libremente y que él lo haya, lo haya expresado con suficiente claridad, las dos cosas se daban".