Andrea Tornielli, ante los mil días de la guerra de Ucrania: "Buscar caminos viables para lograr la paz"

El responsable editorial del Dicasterio de Comunicación del Vaticano reclama encontrar soluciones de paz comunes para poner fin a la guerra: "Mil días y un país martirizado y devastado”

Redacción Religión

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Cuando se cumplen mil días de aquel 24 de febrero de 2022, la invasión de Rusia a Ucrania por orden del presidente Vladimir Putin, el responsable editorial del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Andrea Tornielli, lamenta que desde entonces no esté claro el número de muertos civiles y militares, entre ellos “víctimas inocentes como niños asesinados en las calles, en las escuelas, en sus casas”. 

En un artículo con motivo de esta triste efeméride, Tornielli ha advertido que en el conflicto se han producido “cientos de miles de heridos y de traumatizados destinados a quedar discapacitados de por vida, de familias que se quedaron sin hogar. Mil días y un país martirizado y devastado”.

En su artículo, el responsable editorial asegura que “nada puede justificar esta tragedia que podría haberse detenido antes si todos hubieran apostado por lo que el Papa Francisco llamó los 'esquemas de paz', en lugar de rendirse a la presunta inevitabilidad del conflicto”.

Y es que como remarca Andrea Tornielli, toda guerra va acompañada de intereses de la industria del armamento. Mil días después del estallido del conflicto bélico, se plantea la pregunta de cómo poner fin a la guerra o al menos un alto el fuego.

“El encefalograma de la diplomacia se presenta plano, el único destello de esperanza parece encontrarse en aquel vinculado a las declaraciones electorales del nuevo presidente de los Estados Unidos de América. Pero la tregua, y después la paz negociada, son un objetivo perseguido por todos y no pueden dejarse en manos de las promesas de un solo líder”, ha aseverado.

En este sentido, Tornielli llama a Europa recuperar un “papel digno de su pasado” para construir

una “comunidad de naciones que garantizó décadas de paz y cooperación al Viejo Continente”.

“El llamado Occidente, en lugar de centrarse únicamente en la alocada carrera armamentística y en las alianzas militares que ahora parecen obsoletas y herencia de la Guerra Fría, quizá debería tener en cuenta el creciente número de naciones que no se reconocen en este esquema”, ha subrayado.

Al final de su artículo, Tornielli reclama encontrar soluciones de paz comunes: “Se necesitan urgentemente 'think tanks' internacionales capaces de atreverse, de indicar vías de solución posibles y concretas, de proponer esquemas para una paz aceptable para todos. Para ello, como dijo el cardenal Parolin a los medios de comunicación vaticanos, son muy necesarios 'estadistas con visión de futuro, capaces de gestos valientes de humildad, capaces de pensar en el bien de sus pueblos'. También es necesario, nunca como en este día, que los pueblos alcen su voz para reclamar la paz”, ha sostenido.