Austen Ivereigh, biógrafo del Papa Francisco, revela cómo fue trabajar junto al Pontífice y la última vez que se vieron: "Sabía no le iba a ver más”
El escritor y periodista británico, ha reflexionado en 'Ecclesia al día' sobre los doce años de Pontificado y los retos de su sucesor en la Cátedra de Pedro

Publicado el
5 min lectura
Austen Ivereigh, escritor y periodista británico, es biógrafo del Papa Francisco y por tanto conocedor del pensamiento del Pontífice. En 'Ecclesia al día', ha reflexionado sobre los doce años de Pontificado y los retos de su sucesor en la Cátedra de Pedro.
“Soy uno de los huérfanos que ha dejado”, ha confesado Ivereigh, visiblemente conmovido al rememorar la noticia de la muerte del Papa. “No la acepté hasta que la noche del martes fui a la capilla de Santa Marta para ver el cadáver y me impactó mucho que ya no esté. Nos ha legado una misión, la que tiene que definir la vida de la Iglesia. Ha muerto una persona a quien tenía un afecto enorme y él me quería a mí”.
Pero más allá de la tristeza, el periodista británico siente gratitud hacia Jorge Mario Bergoglio: “Fue un maestro de sorprender y que se fuera tan rápido en la Semana de la Resurrección es extraordinario. Mucha tristeza pero gratitud sobre todo por el testimonio que dio y el impacto que tuvo sobre mí y lo que significa ser un católico en esta época”, ha subrayado.
Al recordar la última vez que se vieron, el pasado mes de diciembre, la emoción vuelve a asomar en sus palabras. “Ya tenía bronquitis, la que yo creo nunca dejó y le costaba bastante hablar. Lo encontré cansado y le dije que no le haría tantas preguntas porque estaba cansado, pero me dijo: ‘Quédate, hablemos porque me gusta escucharte’. Fue especial porque era como visitar a un abuelo. Después de la reunión me vino la convicción en ese momento de que no le iba a ver más”.
Así fue trabajar con el Papa Francisco: "Siempre disponible a nuestro servicio"
El vínculo entre Austen Ivereigh y el Papa Francisco comenzó incluso antes de conocerse personalmente. Su interés por el entonces recién elegido Pontífice surgió a los pocos meses de su elección en marzo 2013.
“Un par de meses después de su elección se me vino la idea de que necesitaba escribir sobre su biografía”, ha relatado. “Yo era jesuita novicio y conocía a San Ignacio de Loyola y Argentina por el doctorado sobre su Iglesia y lo pensé. No le conocía directamente pero fui a Argentina, hablé con decenas de personas que le conocían y escribí 'El gran reformador”.
Sin embargo, el primer encuentro personal con Francisco no se dio hasta 2018. “Me pidió una reunión y creció una cercanía”.
Desde entonces, esa relación se consolidó en una colaboración única durante uno de los momentos más difíciles de la historia reciente, como el confinamiento por la pandemia. De aquella experiencia nació el libro 'Soñemos juntos', escrito por el propio Austen Ivereigh junto al Papa.
Ivereigh lo recuerda como un tiempo de revelación profunda: “Le pedí una dirección espiritual para la humanidad que nos explique la hoja de ruta para salir mejor de esta crisis. Me escribió una carta diciendo que admiraba mi valentía apostólica y me dijo: ‘Hagámoslo, pero necesitaré ayuda mía’”.
Durante tres meses de intenso trabajo, Ivereigh y Francisco se comunicaron constantemente. “Le escribí las preguntas y él me contestaba grabando con el móvil de su secretario e iba montando el texto. Tuvimos equipo de traductores. Lo que más recuerdo de ese tiempo es cómo es trabajar con el Papa. Formaba parte del equipo porque me pedía disculpas, siempre disponible a nuestro servicio, fue una maravilla. Entendía ahí su humildad y vi que respeta el trabajo”.
Ivereigh, sobre El magisterio de Francisco: "Nos ha preparado para el cambio de época"
Para el británico, hablar del Pontificado de Francisco lleva inevitablemente a hablar de lo que el propio Francisco denominó el 'estilo de Dios', una expresión que, según Ivereigh, resume el núcleo del magisterio del Papa.
“Si tuviera que identificar el hilo conductor en su Pontificado es la demostración de lo que él llamaba ‘estilo de Dios’, es decir, cómo Dios está con nosotros, y cómo estamos llamados a ser con los otros”.
Este “estilo” se manifiesta en la cercanía, la ternura y la dignidad con la que Francisco trata a las personas. “Cuando estabas con él siempre te dejaba sentirte reconocido, amado, en paz. Esa capacidad de hacer sentir a los otros reconocidos, dignos, es el ‘estilo de Dios’, ha explicado el biógrafo. “Entonces una Iglesia que no solo puede comunicar, sino encarnar esa forma de tratar a las personas es una Iglesia que cautiva y atrae”.
Ivereigh sostiene que el Papa ha preparado a la Iglesia para una nueva etapa, “no como una institución potente desde arriba, sino desde el testimonio desde abajo, como la Iglesia primitiva”. Una etapa donde lo esencial será “la capacidad de confiar en la acción de Dios, acoger a todos, servir a todos, y atención al sufrimiento”.
Y es precisamente en este contexto donde ubica el papel de la sinodalidad: “Él siempre hablaba de cambio de época y nos enseñaba cómo hacer la conversión y en la sinodalidad nos enseñó cómo hacerlo”.
Los retos del próximo papa en un contexto geopolítico complejo
Sobre el futuro de la Iglesia y el perfil del próximo Papa, Ivereigh invita a mirar más allá del presente inmediato. “Los cardenales buscarán el Sucesor de Pedro, no de Francisco, y el mundo ha cambiado: mientras el Papa estaba en el hospital se derrumbó el orden mundial”, haciendo referencia a la llegada de Trump a la presidencia de EEUU.
Para el periodista, la crisis geopolítica global hace aún más urgente la figura de un líder espiritual que pueda guiar a la humanidad desde una visión renovada, recordando la llegada de Pío XI al papado, también en un escenario mundial muy complejo, marcado por las dictaduras, “donde la prioridad era proteger la Iglesia de la persecución y crear una cultura dentro de la Iglesia que fuera después capaz de ayudar a renacer la sociedad”.
Por eso, considera que el próximo Papa “tiene que tener una idea universal de la Iglesia”, un proyecto que no puede desligarse del legado dejado por Francisco. “Los cardenales pensarán que Francisco nos ha legado algo muy importante que tenemos que desarrollar, la Iglesia del futuro sobre los cimientos que nos lega”.
Para Ivereigh, Francisco no solo ha sido un Papa de su tiempo, sino el primero de una nueva era: “Es el primer Papa de esta nueva era global, y creo que los sucesores de Pedro del futuro van a seguir esta misma hoja de ruta: comunicar el Evangelio desde la humildad, desde la sencillez, la impotencia, viviendo de la gracia en un mundo más aferrado al poder, el prestigio y la violencia”.