El cardenal Matteo Zuppi define como un milagro de Francisco la reunión entre Trump y Zelenski, durante el funeral del Papa

“El encuentro de Trump y Zelenski ha sido un milagro de la diplomacia de Francisco”, así lo declaraba el actual arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal italiana, Matteo Zuppi, al diario transalpino 'La Repubblica'.

Zuppi fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco y se le considera, por los vaticanistas, como un candidato a sucederle como Obispo de Roma en el cónclave que se celebrará durante la próxima semana. 

ZUPPI Y UCRANIA

Además, tiene amplia experiencia en la mediación de conflictos, durante la década de los 90 fue responsable de mediar en la paz de varios conflictos en todo el mundo. Gracias a esa experiencia, el Papa Francisco le confió la misión de mediar en la guerra de Ucrania, por lo que Zuppi tiene una preocupación especial por este conflicto. De hecho, desde la Comunidad de San Egidio, una congregación de fieles laicos en el barrio romano del Trastevere, y con la que el cardenal ha estado muy involucrado; han enviado miles de toneladas de ayuda humanitaria y han creado una vía de contacto con el Patriarcado Ortodoxo de Moscú, para tratar de mediar en la guerra.

UNA FOTO SIGNIFICATIVA

"Los problemas se solucionan hablando, Francisco siempre ha predicado el diálogo y Zelensky me parecía más contento. Habrá que ver cómo evoluciona, pero fue un momento importante y, en todo caso, fruto de la diplomacia del Papa Francisco", ampliaba el cardenal italiano. Fue, sin duda, una de las imágenes de la jornada, Trump y Zelenski sentados uno frente a otro en la Basílica de San Pedro, “como si se estuvieran confesando” decía nuestra corresponsal en el Vaticano, Eva Fernández, en la retransmisión especial en COPE del funeral.

Nadie sabe de qué hablaron y tampoco si la conversación tendrá un efecto positivo sobre las negociaciones de paz, pero, después de la fea discusión en directo que nos dejó el último encuentro entre ambos dirigentes, verles conversar así, con cordialidad e incluso con intimidad, fue muy bonito y, como dice Zuppi, una muestra de lo que ha significado el pontificado de Francisco y su gran legado de paz.