La casa "Mater Ecclesiae" en el Vaticano vuelve a ser el "hogar" de las órdenes contemplativas

Siete monjas benedictinas de Argentina han llegado a la casa donde residió Benedicto XVI hasta su muerte. A su llegada a Roma fueron acogidas por el cardenal Fernando Vérgez

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Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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La casa 'Mater Ecclesiae', donde residió Benedicto XVI hasta su muerte, ha vuelto, desde el día de ayer, 3 de enero, a ser un Monasterio de vida contemplativa, tal como estableció San Juan Pablo II. Siete monjas argentinas de la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de la Victoria, que el Papa Francisco invitó a residir en el 'Mater Ecclesiae', el monasterio en los Jardines Vaticanos, sostendrán con su oración al Papa y a la Iglesia. Francisco las había invitado en una carta y las monjas "aceptaron generosamente la invitación".

A su llegada a Roma, las monjas fueron recibidas por el Presidente del Governatorato del Vaticano, el cardenal español Fernando Vérgez Alzaga, que acudió de madrugada al aeropuerto de Fiumicino para darles la bienvenida. Nada más llegar a la Mater Ecclesiae, todas las monjas se dirigieron a la Gruta de Lourdes, en los Jardines Vaticanos, para cantar y rezar ante la estatua de Nuestra Señora.

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La idea de Juan Pablo II

Desde ayer, miércoles 3 de enero, la casa 'Mater Ecclesiae' se ha convertido de nuevo en la residencia de las órdenes contemplativas, como deseaba Juan Pablo II que, con el Breve 'La vida contemplativa' del 25 de marzo de 1994, erigió canónicamente un monasterio de contemplativas en la Ciudad del Vaticano "para sostener al Santo Padre en su solicitud cotidiana por toda la Iglesia, mediante el ministerio de la oración, la adoración, la alabanza y la reparación, siendo así una presencia orante en el silencio y la soledad".

Según el estatuto del monasterio, cada cinco años debían alternarse distintas órdenes monásticas. Las últimas monjas estuvieron allí hasta noviembre de 2012, cuando comenzaron las obras de restauración.

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La casa de Benedicto XVI

Tras su renuncia al papado el 11 de febrero de 2013, Benedicto XVI había expresado su deseo de residir en la casa 'Mater Ecclesiae'. Junto a él estaban las cuatro Memores Domini, las laicas consagradas de Comunión y Liberación que le asistieron hasta su muerte, y el secretario monseñor Georg Gänswein, que continuó viviendo en el Monasterio hasta su traslado a su diócesis de origen, en Friburgo, el 1 de julio de 2022.

Precisamente ayer por la mañana el Papa Francisco recibió a Gänswein y a los Memores en Audiencia Privada en el Palacio Apostólico.

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